Jiquipilco, Méx. Lo que pinta para ser una temporada alta de turismo, ventas y orgullo ambiental, puede terminar en desastre para decenas de familias en el paraje Las Palomitas, ubicado en las montañas de Jiquipilco.
Los causantes, serían un grupo de ciclistas quienes desobedecieron las recomendaciones ambientales, al encender fogatas en plena zona de hibernación de la mariposa monarca, en enero de este año, lo que provocó que no solo esta especie migratoria huyera del lugar, sino que podría también ahuyentar al turismo.
Fue a finales de enero, ya todo estaba listo para recibir a la gente. Pero unos ciclistas subieron, hicieron fogatas cerca del área donde estaban las mariposas y estas se espantaron. Ya no se asentaron como otros años. Todo se canceló
Armando, productor local de pulque y uno de los afectados.
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Aseguró que cada año, entre noviembre y febrero, miles de mariposas monarca llegan a las montañas del norte del Estado de México para completar su ciclo migratorio. Sin embargo, este año no se sabe con seguridad si la especie regresará.
Armando comentó que la presencia de las monarcas no sólo representa un fenómeno natural único, sino también una fuente importante de ingresos económicos para las comunidades de la región.
Precisó que alrededor de 22 comerciantes serán afectados, entre cocineros, guías de ecoturismo y productores, quienes se preparan durante meses para recibir al turismo, el cual no llegó por la falta de mariposas.
Venía gente de todos lados, de Australia, de Yucatán, del extranjero, al día llegaban fácil mil personas. Pero este año, por esa fogata, no sabemos si habrá
Armando, productor local de pulque y uno de los afectados.
Y según sus cálculos, las pérdidas económicas alcanzarán hasta un 80% para quienes montan puestos y ofrecen servicios en la zona, respecto de años anteriores.
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Explicó que el paraje de Las Palomitas, en Jiquipilco, era identificado como un punto emergente de avistamiento, por lo que autoridades ambientales y locales trabajaban en conjunto para preservar la zona y promover el turismo.
No sabemos si las mariposas vayan a regresar el próximo año. Dependerá del biólogo que viene a revisar. Puede que busquen otro lugar más arriba o más alejado. El problema es que, con estos sustos, ya no confían en quedarse
Armando, productor local de pulque y uno de los afectados.
Lo que más duele a los habitantes no es solo la pérdida económica, sino la falta de conciencia ambiental que propició esta tragedia ecológica.
Por último, dijo, tienen su fe puesta en la próxima temporada, que inicia entre octubre y noviembre, con la esperanza de que las monarcas regresen y con ellas el turismo que les da sustento.
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