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POR Abigail Alcántara
Transformarse cada noche con maquillaje, brillos y peluca para dar un show donde la gente se sienta libre y sin prejuicios es lo que más disfruta y motiva a Erik Jael Santos a convertirse en una Drag Queen y llamarse Beka Dragón.
Su motivación surgió luego de asistir, junto a su madre, a la final de un concurso de Drag Queens. Con tan solo 17 años, quedó impactado por las presentaciones, los vestuarios y el maquillaje. Fue en ese instante cuando decidió formar parte de esta comunidad artística y usar el Drag como una forma de expresión y entretenimiento.
“Viví esta experiencia de poder ver en un teatro las presentaciones de las Drags y dije: ‘Quiero hacer esto’. Tengo que trabajar poco a poco para poder llegar a donde estoy ahorita y decir que soy una Drag Queen”, compartió Jael Santos.
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Para Jael, el apoyo de su familia, especialmente el de sus padres, ha sido clave en su camino dentro del Drag. A pesar de las dudas de algunas personas, quienes cuestionaban si sería un trabajo estable o bien remunerado, sus padres confiaron en él desde el inicio.
Ser Drag Queen es, muchas veces, para algunas personas como un juego. Es como que, por una noche, quieren serlo. Cuando inicié, el primer regalo que tuve de mis papás fue una peluca lace front. Esto, y su apoyo, fue lo que me permitió comenzar bien en el Drag”.
Beka, Drag Queen.
El nacimiento de Beka
El nombre de su personaje tiene una historia particular. Durante su participación en el programa Escena Drag México, se creó una novela interna para el show llamada La Heredera. Uno de los personajes, que era doctor, se llamaba Ka, mientras que una de las Drags participantes llevaba por nombre Bela. Jael tomó ambos nombres y los combinó, así nació Beka.
Aunque su personaje estaba pensado para la segunda temporada del programa, las grabaciones finalmente no se realizaron. Aun así, Jael decidió conservar el nombre como parte esencial de su identidad artística.
La personalidad de Beka está basada en la sensualidad y la elegancia. Jael buscó que, al verla, el público apreciara su maquillaje, vestuario y el contraste con su identidad fuera del escenario.
“Esta parte sensual fue porque me encantan los tacones altos y me gusta cómo truenan. Muchas veces yo decía: quiero estar en esta parte en donde pueda imponer a la gente, que vean una parte diferente a Jael, que vengan y me digan: ‘¡Se ve guapísima!’, así esté en brasier y calzón, pero que digan: ‘Qué guapa’. Quiero ser una Drag que, con poca ropa, se vea bien, y siempre procuro que mi imagen se vea linda”, mencionó.
Drag o travestismo
El Drag Queen es una forma de arte escénico en la que las personas exageran rasgos, maquillaje y vestuario como herramienta de expresión. Para Jael, se trata de dar vida a un personaje con identidad propia.
Somos un personaje al cual nosotros le damos vida”.
Beka, Drag Queen.
Por otra parte, el travestismo consiste en usar prendas del sexo opuesto y, en algunos casos, representa una forma de expresión de género. Dentro de esta categoría están también las transformistas, artistas que imitan a cantantes como Gloria Trevi o Yuri, que se caracterizan física y vocalmente.
“Muchas veces, las travestis son personas que solo se visten de mujer, quieren vivir esta fantasía. Y esta rama, que son las transformistas, son aquellas que les dan vida a personajes; se caracterizan, imitan voces”, expresó Jael Santos.
Vivir del Drag de forma profesional
El momento decisivo para dedicarse profesionalmente al Drag fue mientras estudiaba en la universidad. Durante ese tiempo, Jael trabajó en diversos antros de la Ciudad de México, lo cual le permitió conocer de cerca al público y sus reacciones.
“Me gustó bastante el contacto con la gente, pues cada noche conocemos nuevas personas. Cada noche conocemos una vida distinta. Hay quienes llegan tristes, y tú conectas con ellas para que se vayan felices y regresen”, compartió Beka.
Con el paso del tiempo y gracias a su perseverancia, ha logrado tener un empleo que le permite mantenerse de sus shows y presentaciones.
“Normalmente empiezo a trabajar los miércoles, jueves, viernes y sábado. Si hay ocasiones en que se necesita trabajar el domingo, lo hago. Pero varía. Esto justo me ha permitido mantenerme de esto y ser de las pocas personas afortunadas que sí pueden vivir del Drag”, destacó Jael.
Sus ingresos dependen del tipo de evento y lugar. En espectáculos privados puede cobrar hasta tres mil pesos por una presentación de una hora y media a dos, lo cual incluye equipo de audio, asistente, obsequios y dinámicas.
Aunque muchas veces las personas dicen: ‘El presupuesto es caro’, al final de cuentas yo traigo todo un equipo detrás”.
Beka, Drag Queen.
Sin embargo, en los antros la historia es diferente, pues el pago puede variar desde los 600 pesos, lo cual depende del reconocimiento de la artista.
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“Si tú quieres tener una Drag en tu bar o en tu cumpleaños, es algo caro, en lo cual vas a tener que invertir”, recalcó Jael Santos.
Un ambiente de competencia
Para Jael, el entorno dentro del Drag puede llegar a ser competitivo.
“Yo en mi cabeza siempre he tenido claro que el ambiente es muy pesado; normalmente están en competencia porque siempre quieren estar más arriba que otra”, expresó.
A pesar de ello, Beka ha logrado sobresalir en el ámbito artístico. Ha compartido escenario con Gloria Trevi y otras figuras públicas. Para él, el Drag le ha abierto las puertas a sueños que jamás pensó cumplir.
El Drag me ha permitido poder compartir el escenario con artistas, conocer muchísima gente o convivir con dragas premier. Aunque sí ha sido complicado, pues algunas veces mis compañeras sienten que acaparamos todo, pero siento que eso llega a suceder fuera”.
Beka, Drag Queen.
El mundo Drag es costoso
Para lograr la imagen elegante y sensual que caracteriza a Beka, el costo y el tiempo invertido varían según la ocasión.
“Normalmente me hago delineado, sombrita, con un poquito contorno. Me aviento como unos 30 minutos, ya cambiada como 40 minutos. Y cuando tengo que hacer full Drag, de que sombras, taparme cejas, dibujarme unas nuevas, me aviento entre una hora y media o dos horas, ya cambiada”, añadió.
En cuanto al vestuario, Beka suele usar diferentes atuendos como faldas cortas, bodys, brasier y ropa ajustada.
“En una presentación, aproximadamente lo que llegó a gastar serían 10 mil pesos, esto con vestuario de diseñador y peluca. Aunque hay veces que suelo comprar cosas de Shein y gasto como 4 mil u 8 mil pesos”, comentó Beka.
Sin prejuicios
“No porque vengas a un espacio LGBTTTIQ+, te vas a convertir en una persona LGBTTTIQ+. Simplemente es el hecho de que vengas y disfrutes. Dense la oportunidad de romper esa barrera de lo común”, enfatizó Jael.
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La historia de Beka Dragón es reflejo de una generación que apuesta por el arte, la autenticidad y la libertad de ser. Más allá de los brillos, las pelucas y los escenarios, el Drag se convierte en una herramienta poderosa de expresión. Su camino inspira a atreverse, a crear y a reconocerse, demuestra que el Drag no sólo se lleva en la piel, sino en el alma.
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