Zinacantepec, Méx. Jair y Yael no se conocían, no sabían que podían llegar a ser amigos, sin embargo, una mala decisión los hizo coincidir en el Centro de Internamiento Quinta del Bosque en Zinacantepec, desde entonces, este lugar se ha convertido en su hogar y la población interna de más de 300 menores, su familia.
A su corta edad han tenido que madurar rápido, ya que han enfrentado cosas para grandes, dejando de lado su niñez.
Pero este 30 de abril revivieron su infancia a través de juegos, canciones y dinámicas que los hicieron volver a jugar, reír y bromear como cuando eran libres.
Lee también: Cae presunto narcomenudista con 20 dosis en Los Reyes, Tultitlán
Sí nos ayuda un poquito porque obviamente nos ayuda a despejar nuestra mente del encierro, nos ayuda a recordar cosas que solíamos hacer allá afuera en algún momento parte de nuestra vida, también nos ayuda a desarrollar ciertas habilidades, conocimientos, como poder cantar, poder brincar, poder correr y cositas así”, detalló Jair.
La inocencia de Yael aún se refleja en su rostro, pese a llevar un proceso judicial sobre los hombros, por momentos se olvida que está dentro de una cárcel para menores; por ello, aprovecha cada juego, cada premio y el pastel que les dieron durante la celebración del Día del Niño.
Es algo muy entretenido que nos hace convivir entre todos los dormitorios, que hay más que nada convivir, hacer amistades, equipo y armonía”, expresó el menor.
Ambos menores recuerdan cómo eran las celebraciones del 30 de abril en sus escuelas, con sus amigos y con su familia, quienes les regalaban dulces y juguetes, además de que podían ir a diferentes sitios para celebrar.
Para mí, un día normal era estar en la escuela, estar con los amigos, se hacían los convivios, pero era muy diferente a la situación en la que ahorita estoy: allá afuera tenemos un poquito más de privilegios, en el que tenemos un poquito más de libertad, por ejemplo, si quiero salir con un amigo tenemos ese permiso; aquí al contrario, en vez de que nosotros vayamos al lugar, el lugar viene a nosotros”, confesó.
Lee también: Trolebús Chalco-Santa Martha: Las estaciones que abrirán en la inauguración
El patio de la Quinta del Bosque se convirtió en un rodeo donde los menores pudieron subirse a un toro mecánico, también en un campo de rally, mientras que en otro extremo fue un karaoke, el cual fue aprovechado por los jóvenes para cantar a todo pulmón aquellas canciones que solían escuchar en el exterior.
No se deja de ser niño, al final de cuentas la vida va pasando, el tiempo va corriendo y uno va creciendo, pero cada persona tiene un niño interior cómo se dice, hay ciertos momentos y lugares donde nosotros nos tenemos que comportar, pero al final de cuentas también hay momentos en el que nosotros estamos echando relajo o chascarrilla por decirlo y así demostramos nuestro niño interior”, dijo Jair.
Jair y Yael tuvieron que aprender que todo error tiene una consecuencia, hoy están pagando por esa decisión, e hicieron un llamado a todos los menores a disfrutar su libertad y vivir cada etapa paso a paso, principalmente cuando se es niño.
No dejamos de ser niños, ya que de hecho las áreas nos mandan a traer y hacer prácticas de deportes para convivir entre todos, más que nada, pero no todo sigue siendo igual, al fin de cuentas siempre llevamos el niño dentro”, comentó Yael.
Síguenos en nuestras redes sociales:
Instagram: @eluniversaledomex, Facebook: El Universal Edomex y X: @Univ_Edomex