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Toluca, Méx. En el mes de julio, la Revista del Consumidor, dependiente de la Secretaría de Economía y la Profeco, publicó su estudio referente al jamón, uno de los alimentos de mayor consumo para las familias mexicanas. Sin embargo, el balance no es positivo en cuanto a la calidad de estos embutidos cárnicos.
Hallazgos preocupantes en el Estudio Nacional
En el documento se analizaron 40 productos que se ofrecen como jamones de pavo, pierna de cerdo e incluso versiones veganas, todos de alto consumo.
Si bien se reconoce que todos cumplen con los estándares de calidad sanitaria, se identificaron varios problemas importantes, muchos no respetan el contenido permitido de nitritos, presentan discrepancias entre la cantidad de proteína declarada y la real, contienen más grasa de la señalada en la etiqueta y tienen niveles de sodio superiores a los establecidos.
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¿Jamón real o imitación? La diferencia es clave
Dentro del grupo analizado, sólo 9 productos cumplen con lo que debe ser un jamón, es decir, están elaborados exclusivamente con la carne del animal que se indica en su etiqueta. En contraste, hasta 13 marcas, a pesar de presentarse visualmente como jamón, no lo son.
Engaño en el empaque y bajo valor nutricional
Se observó que estas marcas colocan en sus envases imágenes de productos que se asemejan al jamón, pero que no lo son. Solo en la etiqueta especifican que se trata de un embutido cárnico o producto cárnico cocido, entre otras denominaciones, para diferenciarse. Una de las principales deficiencias encontradas es que contienen más soya de la que declaran.
El contenido de soya en estos productos es más elevado que en el jamón, y el de fécula puede ser inferior o superior al 10 %. Esto significa que su aporte nutrimental es menor al del jamón
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La autoridad reconoce que estos productos están fuera de la Norma Oficial Mexicana NOM-158-SCFI-2003, ya que utilizan la denominación “jamón” y muestran imágenes engañosas en sus empaques, con el objetivo de hacerse pasar por dicho producto.
Estos productos con otras denominaciones están a la venta en los mismos refrigeradores y al lado de los jamones
Llamado a la acción para los consumidores
Actualmente, la autoridad reconoce que este alimento forma parte de la canasta básica, por lo que hace un llamado a las familias que lo consumen hasta dos veces por semana a revisar su origen y diferencias de calidad.
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