Naucalpan, Méx. - A pesar del anuncio de la próxima instalación de sistemas antievasión en todos los accesos del Elevado Bicentenario, aún hay automovilistas que deciden invadir la vía de cuota.

Para ingresar al también conocido como segundo piso del Periférico Norte, algunos conductores golpean con sus autos la pluma de acceso. En otros casos, alguno de los pasajeros baja y fuerza el mecanismo para ingresar sin pagar el peaje correspondiente.

Conductores de transporte público, como el de esta camioneta tipo combi, son captados golpeando la pluma para invadir el segundo piso del Periférico Norte, en un acto que pone en riesgo la seguridad. Foto Arturo Contreras / El Universal
Conductores de transporte público, como el de esta camioneta tipo combi, son captados golpeando la pluma para invadir el segundo piso del Periférico Norte, en un acto que pone en riesgo la seguridad. Foto Arturo Contreras / El Universal

EL UNIVERSAL Estado de México realizó un recorrido por los accesos del Viaducto Elevado Bicentenario para documentar estos hechos, en especial en el de Gustavo Baz, en sentido de sur a norte, donde ya fue instalado el sistema antievasión, conocido como ponchallantas; sin embargo, aún no entra en operación.

Lee también

Antes de ingresar, hay un letrero electrónico que advierte sobre la próxima entrada en operación del sistema ponchallantas, lo que inhibiría que los conductores intenten pasar sin pagar.

En el acceso de norte a sur, las invasiones continúan. Se observó a conductores de transporte público cruzar sin pagar, pues en uno de los casos el chofer utilizó una camioneta tipo combi para golpear la pluma y así ingresar a la vía de cuota.

En el acceso de Gustavo Baz (sentido sur a norte) ya fue instalado el sistema ponchallantas, pero permanece inoperable, permitiendo la evasión del peaje, lo que pone en riesgo al personal. Foto Arturo Contreras / El Universal
En el acceso de Gustavo Baz (sentido sur a norte) ya fue instalado el sistema ponchallantas, pero permanece inoperable, permitiendo la evasión del peaje, lo que pone en riesgo al personal. Foto Arturo Contreras / El Universal

Uno de los trabajadores que se encontraba en el lugar informó que no están facultados para realizar acciones más allá de anotar el número de placas y enviar el reporte a la empresa.

“Sí se nos ponen agresivos y nosotros no podemos hacer nada porque no tenemos la indicación. Lo más común es eso, que avienten la pluma con el carro”, mencionó el trabajador en el acceso de Gustavo Baz, en dirección a la .

En otros casos, explicó, son los pasajeros quienes bajan de los vehículos para empujar la pluma e ingresar al Viaducto Elevado Bicentenario y, aun cuando el personal les grita para informarles que esa acción está prohibida, insisten y únicamente proceden a anotar la placa de circulación.

En los accesos hay un módulo para escanear el Tag en caso de que el sistema no lo detecte desde el parabrisas del vehículo. Incluso, el personal se acerca con un dispositivo portátil para leer el Tag y permitir el paso de manera legal, por lo que “no hay pretextos para que se estén pasando así, se arriesgan a chocar o incluso a que nos atropellen”, indicó.

Asimismo, hay vendedores de dispositivos Tag que se acercan a los automovilistas para ofrecerles el producto, el cual puede recargarse mediante una aplicación de teléfono celular o en tiendas de conveniencia.

El costo del recorrido completo, desde Tepalcapa, en el municipio de , hasta el entronque con la autopista Urbana Norte, en la Ciudad de México, es de 134.62 pesos, de acuerdo con el portal de Aleatica.

Síguenos en nuestras redes sociales:

Instagram: , Facebook: y X:

Google News

TEMAS RELACIONADOS

[Publicidad]