Texcoco, Méx.— En las pistas donde despegarían y aterrizarían aviones hay vastas superficies de agua pluvial. Millones de litros acumulados en esta temporada de se han convertido en refugio para fauna y flora.

El exNuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), cancelado por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, abre paso a un renacer con la recuperación parcial del Lago de Texcoco, que dio nombre a toda una región, pues el 95 por ciento de las instalaciones están inundadas.

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Hidrológicamente, el agua infiltra acuíferos en una cuenca sobreexplotada.

Significa la posibilidad de generar impactos positivos en la recuperación de los acuíferos de una de las cuencas más sobreexplotadas, que es la cuenca de México


menciona Jorge Daniel Fonseca Cando, director del Área Natural Protegida Lago de Texcoco

39 millones de metros cúbicos  de agua almacenados en todo el área del Lago de Texcoco / Foto Osmar Alvarado / Especial
39 millones de metros cúbicos de agua almacenados en todo el área del Lago de Texcoco / Foto Osmar Alvarado / Especial

Rodeado por cinco millones de habitantes en Ecatepec, Nezahualcóyotl y Chimalhuacán, municipios con acceso desigual al recurso, el área natural mejora la humedad ambiental y el microclima.

El agua acumulada tiene por ahora un fin esencial. No se potabiliza aún.

Principalmente queremos que esta agua se infiltre de manera natural al acuífero, que mejore la calidad del medio ambiente y que sirva como ecosistema y hábitat para la flora y fauna nativa


aclara

Hasta el momento, los encargados de la zona tienen registradas 270 especies de aves, de las cuales 10 son nuevas, no detectadas previamente. Para esta temporada del año esperan la llegada de más de 250 mil aves migratorias que no arribaban antes porque no existían condiciones para ello, pero ahora sí lo harán.

El charal mezcalpique, declarado extinto localmente, reapareció y atrae a pelícanos.

Se han comenzado a recuperar de manera natural poblaciones importantes de este charal


celebra Fonseca Cando

Walton Román Estrada, subdirector de esa área natural, destaca la reaparición de especies que se pensaban desaparecidas de la zona, como las moscas ephydra.

No comemos la mosca, pero su larva, el poshi, se cuece con xoconostle y tomate en tamales locales, o se vende como alimento para tortugas


Detalla la biodiversidad que regresa al área: 270 especies de aves, 250 mil aves migratorias que se espera arriben esta época del año, el chorlo nevado y el rascón azteca, en peligro de extinción, que ya se reproducen otra vez. El mezcalpique reaparece en poblaciones naturales y alimenta pelícanos que no se veían en una década, ocho avistados el año pasado, con promesas de más este invierno, explica el especialista.

La espirulina, cianobacteria endémica, se cosecha en Santa Isabel Ixtapan para cápsulas; el ahuautle, huevos de mosco axayácatl, el ‘caviar azteca’ de los códices florentinos, nutre mercados en la Ciudad de México. Ajolotes y acociles se reintroducen; ranas Moctezuma y tortugas casquito proliferan en manchones de vegetación endémica que filtran aguas residuales de forma natural.

Brigadas monitorean el lago

Hoy, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), la población que se opuso al nuevo aeropuerto, no sólo vigila, sino que participa. Sus brigadas de monitoreo comunitario recorren los humedales, cuentan aves y registran cambios. De su lucha surgió también el proyecto Manos a la Cuenca, una propuesta integral lanzada en 2020 por el FPDT y la Coordinadora de Pueblos #YoPrefieroElLago.

No se limita al exaeropuerto: busca restaurar más de 12 mil hectáreas, reconectar los nueve ríos, resolver conflictos agrarios por autopistas como la Pirámides-Texcoco y promueve actividades sustentables, desde cultivos lacustres hasta ecoturismo manejado por locales.

María Eugenia, de San Salvador Atenco, monitorea aves: “En este año, con las abundantes lluvias, hemos podido encontrar bastantes aves, incluso migratorias. Hemos encontrado muchos patos zambullidores y algunas aves nuevas, como hace ratito un tordo cabeza amarilla”, cuenta.

Julio César Morales Ruiz, también de Atenco, aprendió identificación: “Esta temporada migratoria hemos tenido la oportunidad de ir identificando cada una de las aves que encontramos dentro del área natural protegida. En un solo recorrido de monitoreo contamos más de 22 mil individuos de esa especie”, relata.

Específica que se trata de aves playeras, garzas y serpientes. La recurvirostra, blanca en invierno con pico curvado, así como urracas de cara negra, simbolizan el resurgir de la zona lacustre del Lago de Texcoco.

En las pistas, hoy convertidas en lagunas, vuelan aves migratorias, nadan peces que reaparecen y, sobre todo, late una comunidad que logró detener el despojo, proteger su tierra y dar vida nueva a Texcoco, según sus habitantes.

Inundada hasta la “X”

En el antiguo lecho del Lago de Texcoco, donde el polvo seco dominó durante décadas, el agua irrumpió con fuerza esta temporada de lluvias. Oficialmente, el periodo concluye el 15 de noviembre, pero los números ya son halagadores: 39 millones de metros cúbicos almacenados en toda el área del Lago de Texcoco, con 16 millones de metros cúbicos en 4 mil 100 de las 4 mil 300 hectáreas que iban a albergar al NAIM.

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En esas 4 mil 100 hectáreas se extienden ahora cuerpos de agua y humedales, con profundidades de 20 centímetros hasta cuatro metros en las excavaciones abandonadas. Las tres pistas contempladas en la primera etapa del aeródromo, la terminal y la torre de control están sumergidas en el líquido, pues esa área es la más baja del proyecto.

Se espera que 270 especies de aves, 250 mil aves migratorias arriben esta época del año / Foto Osmal Alvarado / Especial
Se espera que 270 especies de aves, 250 mil aves migratorias arriben esta época del año / Foto Osmal Alvarado / Especial

Fonseca Cando explica que la “X”, donde estaría la terminal central, 120 hectáreas, se convirtió en símbolo icónico del NAIM y quedó bajo las aguas del temporal, concentrando 2.3 millones de metros cúbicos de agua.

En la laguna Xalapango, antigua zona de pista militar de 300 hectáreas, hay otros 2 millones de metros cúbicos alimentados por cinco ríos liberados de sus cauces, que habían sido desviados para la operación del aeropuerto.

El potencial de concentración de líquido es de 80 millones de metros cúbicos con más restauración. Cinco de los nueve ríos desviados para el proyecto, Papalotla, Teotihuacán, Xalapango, Cuxcacuaco y Texcoco, vierten nuevamente sus caudales. Dos más llegan de manera intermitente; faltan obras para reconectar totalmente Santa Mónica, Coatepec, San Bernardino y Chapingo.

Hay dos ríos que sus aguas de manera intermitente ya están llegando aquí, pero aún falta hacer obras para poder contener sus afluentes


agrega el director

La Secretaría de la Defensa Nacional () retira material pétreo de relleno y bloquea 80 kilómetros de drenajes y tuberías. La barda perimetral de 30 kilómetros no será derribada, pues sirve para frenar invasiones.

Conforme se comienzan a retirar estos materiales de relleno que habían sido utilizados para la cimentación del proyecto aeroportuario, vamos a recuperar nuevos espacios y tener nuevos cuerpos de agua


adelanta Fonseca

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