Naucalpan, Méx. Integrantes del Colectivo Mujeres Trans Libres Naucalpan realizaron una marcha pacífica sobre Periférico Norte, del Parque Naucalli hasta las instalaciones del Palacio Municipal de Naucalpan, donde se manifestaron en demanda de justicia para Michelle Cano, quien fue torturada y lesionada por elementos de la policía municipal.
Los inconformes exigen la presencia del presidente Isaac Montoya y que sean presentados ante el Ministerio Público los elementos de la policía que lesionaron con un arma blanca y amagaron con una pistola a Michelle la madrugada del 25 de julio.
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Informan que la denuncia por la agresión ya fue presentada ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), pero para acelerar el debido proceso piden a las autoridades municipales poner a disposición de la Fiscalía a los involucrados.
Queremos una disculpa pública, que nos ayuden con los responsables, sí están identificados, que los presenten ante el Ministerio Público y la reparación del daño de Michell. Sabemos que son cosas que van por procesos, ahorita exigimos a los policías para ponerlos a disposición y la disculpa pública”, sentenciaron los manifestantes.
Alondra González, presidenta del colectivo, informó que la salud física y emocional de Michelle es delicada, y dio a conocer que personal de las comisiones de derechos humanos del Estado de México y de la Ciudad de México ya han entablado contacto con ella.
Son policías municipales, se supone que están para brindarnos seguridad. Sin embargo, ahora nos vemos obligadas a escondernos y a huir de quienes deberían protegernos”, sentenció.
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De acuerdo con el testimonio público de Michelle, los hechos ocurrieron la madrugada del 26 de julio, alrededor de las 4:00 horas, en la zona del Toreo, cuando intentó defender a un joven que era acosado por policías municipales.
Según su relato, ambos fueron subidos a la fuerza a una patrulla y trasladados a una zona aislada, detrás de una fábrica en la colonia San Francisco Cuautlalpan, conocida como San Pancho, donde fue víctima de tortura, agresiones físicas y psicológicas, así como de violencia transfóbica.
Me picaban los senos, decían que me iban a sacar las prótesis. Una mujer policía me quemaba el cabello, me daban toques en los genitales mientras me gritaban que no era mujer”, denunció Michelle.
Afirmó además que fue obligada a grabar un video en el que inculpaba al joven detenido del delito de violación, y donde también declaraba que no presentaría cargos contra los policías.
Michelle Cano teme por su vida y la de otras compañeras trabajadoras sexuales que laboran en la zona, ya que los presuntos agresores le advirtieron que sabían dónde vivía y que podían regresar vestidos de civil.
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