Cuautitlán Izcalli, Méx. “Muchas veces viví la angustia de tener a mi bebé cargando y tener que irme a trabajar y no tener quién me lo cuidara, pero valió la pena”, contó Rebeca Jiménez Jacinto, reportera y madre desde hace 36 años, quien afirma que su carrera profesional y sus hijos prácticamente crecieron juntos forjando el lema de ser una mamá de calidad más que de cantidad.
A los 24 años, Rebeca tuvo a su primer hijo, sin embargo, nunca pensó en ser una ama de casa por la inquietud de ejercer la carrera de Periodismo y Comunicación Colectiva que estudió en la entonces Escuela Nacional de Estudios Profesionales ENEP Acatlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México.
A las mujeres como género nos ha tocado ser multi modales. Hoy los hombres también están haciéndolo, pero se tardaron más. Hoy yo ya veo compañeros que además de trabajar cuidan a sus hijos pero hace casi 40 años cuando yo salí de la universidad, los hombres se dedicaban exclusivamente a trabajar y los hijos eran responsabilidad de las mujeres y así fue con las mujeres de mi generación”.
Rebeca Jiménez, reportera y madre.
En aquella época el acceso a las guarderías no era tan fácil, sostuvo, al tiempo de señalar que pudo haber trabajado en otras cosas, sin embargo, no quería dejar el periodismo. “Mis hijos son reflejo de mi ejercicio profesional y son chavos que crecieron junto conmigo, yo profesionalmente y ellos crecieron. Estoy muy orgullosa de ellos y estoy orgullosa de haber hecho lo que me ha gustado”.

Rebeca Jiménez contó que en sus inicios tuvo que ocultar su identidad como madre, ya que no contrataban a mujeres casadas y mucho menos con hijos, llegando a tener hasta 3 trabajos simultáneamente para “trabajar de forma honesta y no caer en el chayo”, haciendo reportajes para televisión, para la entonces televisora del gobierno llamada Imevisión, lo que provocaba que estuviera mucho tiempo fuera de casa por los largos trayectos y que dejaban como consecuencia el añorar a sus hijos.
“Reportear en épocas cuando no había celulares ni internet, fue muy complejo y ahí sí tenías la carga moral de: híjole, mi hijo está enfermo o ¿ya habrá comido?, entonces siempre busqué un empleo para que mis hijos pudieran ir a guarderías del Seguro Social. Entonces, si bien es cierto, tener 2 o 3 empleos ya me permitía tener un ingreso, yo siempre ubicaba a mis hijos que valoraran lo que implicaba poder ganar un salario”, recordó.
La lucha generacional que le tocó librar, dijo, ya está dando frutos, pues con anterioridad los padres no estaban al pendiente de las necesidades básicas de los hijos y sus respectivos cuidados, refiriendo que aún y con las largas jornadas, si tocaba llevar a los hijos a urgencias, lo hacía o también el lavar las mamilas y pañales a horas de la madrugada. Ahora, Rebeca señala que su esposo ha cambiado y es solidario.
“Pero eso también es bueno porque tienes la sensibilidad de lo que vive la gente, cuando tú llegas con el político en turno, sea el gobernador o sea el que decide la estrategia económica en este país, pues le preguntas desde la sensibilidad de la gente, y eso es bueno porque como reportero como reportera, tienes el pulso de lo que vive la gente común”, expuso.
Ser madre de calidad, más que de cantidad
La dinámica de las jornadas en campo para reportear y llevar la nota a la redacción, más los traslados y la falta de herramientas tecnológicas como las que actualmente existen, dificultaban a Rebeca estar con su familia, por lo que al sostener pláticas con sus hijos o en sus tiempos de convivencia para salir o leerles, les inculcó un lema para hacerles saber sobre el amor que existe hacia ellos, a pesar de no poder asistir a todos sus eventos escolares como en el caso de los festivales por el Día de las Madres.
“Era súper complejo porque un alto porcentaje no podía ir, sobre todo con mi hijo el mayor. Yo prácticamente fui una madre ausente en festivales y yo lo compensaba. Mi lema era ser madre de calidad más que de cantidad, y eso lo platiqué mucho con mis hijos, había ocasiones que yo no podía estar, pero sabían que su mamá ahí estaba. Ya con mi hija fue más más fácil porque ya había celulares, ya había internet, ya te podías adelantar o escabullir o rescatar, pero sí era muy complejo, llegaba rayando a la hora del festival y pues esa mirada de los chavos que buscan a su mamá es importante”, relató con la voz entrecortada.
El criar personas independientes y maduras es una de las satisfacciones que más tiene como madre, recordando que incluso hubo coberturas en las que trabajaba y fue acompañada por alguno de sus hijos, al no tener con quién encargarlos mientras desarrollaba su trabajo como reportera, implementando estrategias como el pedirles que se sostuvieran de su blusa y jalaran para saber que ahí estaban, mientras entrevistaba o tomaba fotografías.

Me acuerdo una convención del PRD aquí en Tlalne que se soltaron los cocazos y yo iba con mi hija chiquita y cuando empieza el pleito, yo la metí atrás de un módulo en unas bocinas y le dije: de aquí no te muevas, aquí estás bien hasta que yo venga por ti porque tenía que ir a tomar la foto y hacer las entrevistas y no la podía llevar todavía porque el ambiente estaba tenso”.
Lee también El plan perfecto para mamá: 5 joyas gastronómicas de Toluca para este 10 de mayo
Rebeca Jiménez Jacinto ha combinado las labores de mamá y reportera durante 36 años, destacando que las mujeres son fregonas y valientes; y aconsejó que en los tiempos libres, por difícil que parezca desconectarse, se respete el tiempo para la familia, ya sean hijos, hermanos, pareja o padres, poniendo en vibrador o apagando el celular.
“En la crianza me da mucho gusto encontrar compañeros que ya se van a reportear y los he visto con su canguro cargando sus bebés, eso es muy fregón, eso es un logro. Para el cuidado de los hijos no hay género”, puntualizó Jiménez.
Síguenos en nuestras redes sociales:
Instagram: @eluniversaledomex, Facebook: El Universal Edomex y X: @Univ_Edomex