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Toluca, Méx. Con la llegada de la temporada de lluvias, los habitantes de Ecatepec se enfrentan a un desafío recurrente que impacta directamente en su salud pública. Las precipitaciones, a menudo torrenciales y prolongadas, lejos de ser un alivio, se convierten en un vector de enfermedades y agudizan problemas sanitarios preexistentes en este municipio densamente poblado.
Las comunidades de Ecatepec, muchas de ellas asentadas en zonas irregulares o de difícil acceso, son particularmente vulnerables. La infraestructura deficiente de drenaje, la acumulación de basura en barrancas y calles, y la topografía del terreno contribuyen a que las lluvias provoquen inundaciones significativas. Estas inundaciones no solo causan daños materiales, sino que arrastran consigo desechos, aguas negras y contaminantes, creando un caldo de cultivo para diversas afecciones.
¿Cuáles son los riesgos sanitarios?
La correlación entre la temporada de lluvias y el aumento de ciertas enfermedades es clara. Las autoridades de salud y organizaciones civiles han documentado un incremento en padecimientos gastrointestinales, como diarrea, cólera y tifoidea, debido a la contaminación del agua y los alimentos por escurrimientos e inundaciones. El contacto directo con aguas estancadas, ricas en bacterias y virus, facilita la propagación de estas infecciones.
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Asimismo, la proliferación de mosquitos, especialmente el Aedes aegypti, se dispara en esta época. Las charcos y recipientes con agua acumulada se convierten en criaderos ideales para este insecto, transmisor de enfermedades como el dengue, chikungunya y zika. Aunque el dengue es la de mayor prevalencia en el Estado de México, el riesgo de brotes de las otras enfermedades transmitidas por vector es latente.
Otro aspecto preocupante es el aumento de enfermedades respiratorias agudas. La humedad excesiva, los cambios bruscos de temperatura y la exposición a ambientes insalubres derivados de las lluvias pueden exacerbar condiciones preexistentes como el asma o provocar nuevas infecciones respiratorias.
Medidas preventivas
Ante este panorama, es crucial que la población adopte una serie de medidas preventivas para proteger su salud y la de su comunidad:
- Hervir el agua para consumo, o utilizar métodos de desinfección como el cloro o plata coloidal
- Lavar y desinfectar cuidadosamente frutas y verduras antes de su consumo
- Evitar el consumo de alimentos preparados en la vía pública si se duda de su higiene
- Vaciar, lavar y voltear recipientes que puedan acumular agua (llantas, cubetas, floreros, botellas)
- Mantener tapados los depósitos de agua para uso doméstico
- Utilizar repelente de mosquitos en la piel expuesta, especialmente al aire libre
- Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, especialmente antes de comer y después de ir al baño
- Limpiar y desinfectar superficies que puedan haber estado en contacto con aguas de lluvia
- No arrojar basura en las calles, barrancas o alcantarillas, ya que obstruye el drenaje y empeora las inundaciones
- Participar en jornadas de limpieza comunitarias si es posible
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Las autoridades, por su parte, deben reforzar las campañas de concientización, mejorar la infraestructura hidráulica y de saneamiento, garantizar una respuesta sanitaria rápida y eficaz, y disponer de los recursos necesarios para atender a la población afectada. La colaboración entre la comunidad y las instituciones es fundamental para mitigar los efectos de las lluvias en la salud de los ecatepenses.
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