Tlalnepantla, Méx.- La prueba de quimioluminiscencia practicada en el vehículo tipo vocho gris, presuntamente utilizado en la desaparición de la adolescente Kimberly Moya González, reveló la presencia de sangre lavada en la parte posterior de la unidad.
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Esa evidencia, junto con otros elementos presentados por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), fue clave para que un juez del Poder Judicial del Estado de México vinculara a proceso a Gabriel Rafael “N”, de 57 años, y a Paulo Alberto “N”, de 36, por el delito de desaparición.
Durante la audiencia celebrada en la Sala 10 de los Juzgados de Barrientos, en Tlalnepantla, el juez determinó imponer a ambos la medida cautelar de prisión preventiva justificada, al considerar que existe riesgo de que alteren la escena del crimen o intimiden a testigos y familiares de la víctima, cuyo paradero continúa siendo desconocido.
De acuerdo con la investigación de la Fiscalía, el 2 de octubre Kimberly, de 16 años, caminaba por la calle Filomeno Mata, esquina con Diagonal Minas, en la colonia San Rafael Chamapa, cuando fue seguida por Gabriel Rafael “N”. Minutos después, el hombre presuntamente la interceptó sobre la calle Prolongación Flores y la subió al vocho gris, conducido por Paulo Alberto “N”.
La ruta de la víctima fue reconstruida con imágenes obtenidas de cámaras del C5 y de particulares, además de declaraciones recabadas por la autoridad.
Una mujer testigo declaró haber visto a Gabriel Rafael “N” ofreciendo trabajo por 300 pesos y entregando tarjetas como gancho para atraer a sus posibles víctimas.
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La Fiscalía señaló también que ambos imputados se conocían previamente. Paulo Alberto “N” declaró que el día de los hechos, Gabriel Rafael “N” le pidió prestado el vehículo porque “iba a salir con una mujer”.
Durante los cateos realizados en el domicilio y el negocio de Gabriel Rafael “N”, los agentes localizaron un par de botas con rastros de sangre. Tras los peritajes correspondientes, las pruebas genéticas confirmaron que correspondían a Kimberly Moya González.
Con estos indicios, la autoridad judicial determinó que existían elementos suficientes para iniciar proceso penal contra ambos detenidos.
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