Una bandera pirata del anime One Piece encabeza la convocatoria digital para la marcha del 15 de noviembre en México. Detrás del símbolo juvenil se esconde una tradición de tres décadas de activismo digital que ha derrocado gobiernos y transformado sociedades. ¿Estamos ante un nuevo capítulo de esta historia?

Desde el 1 de noviembre, circula en redes sociales la convocatoria para la marcha del 15 de noviembre. Más allá de las motivaciones partidistas, conviene analizar el uso de tecnologías digitales como vehículo de movilización ciudadana. Este fenómeno no es nuevo: el uso estratégico de plataformas digitales para la acción política en México se remonta a varias décadas.

Uno de los pioneros fue el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que en 1994 usó el correo electrónico para difundir sus comunicados a la prensa internacional. Esta innovación le permitió obtener una cobertura mediática global que mantuvo vivo su movimiento, marcando el inicio del activismo digital en América Latina.

En las siguientes décadas, varios movimientos globales utilizaron las redes sociales para movilizarse: la Primavera Árabe (2010-2012), #MeToo (2006), Occupy Wall Street (2011), YoSoy132 (México, 2012) y las sombrillas amarillas en Hong Kong (2014). Todos compartieron una característica: marginaron a los medios tradicionales, radio, prensa, televisión, y apostaron por convocatorias directas a la acción pública: marchas, mítines, huelgas.

Sus resultados fueron mixtos. Algunos lograron desmantelar regímenes autoritarios (Primavera Árabe), otros se consolidaron como mecanismos permanentes de presión política (#MeToo), y algunos, como Occupy o YoSoy132, se quedaron en ejercicios de consciencia social.

Muchas cosas han cambiado desde el 2014 hasta la fecha. Nuevos actores han aparecido: plataformas como TikTok, Instagram o BlueSky han reemplazado a Twitter y Facebook en la conversación política joven. Además, la Inteligencia Artificial Generativa está comenzando a jugar un papel clave en la creación automatizada de contenido con una precisión nunca antes vista.

En este nuevo escenario surge la marcha #15Noviembre, promovida por la cuenta @generazionz_mx, como catalizador viral de un movimiento que busca su propia marca generacional. Lo distintivo es el símbolo para representar la inconformidad: la bandera de los Piratas del Sombrero de Paja del anime One Piece, creada por Eiichiro Oda.

En la narrativa de One Piece, Monkey D. Luffy lidera una tripulación rebelde que se enfrenta a un Gobierno Mundial corrupto, una marina militarizada y una clase dominante. Para muchos jóvenes mexicanos pueden identificarse con este universo ficticio que refleja las tensiones de desigualdad, autoritarismo y abuso de poder. Así, la calavera sonriente bajo un sombrero de paja se convierte en símbolo de resistencia y aspiración revolucionaria.

El éxito de #15N no se medirá en números de asistentes sino en su capacidad de articular demandas concretas más allá del simbolismo generacional. Lo interesante será observar si esta manifestación queda en un gesto simbólico pasajero o si marca el inicio de un nuevo lenguaje político en México.

Síguenos en nuestras redes sociales:

Instagram: , Facebook: y X:

Google News

TEMAS RELACIONADOS