Llegaste a Toluca con bombo y platillo, prometiste cubrir ese hueco que tanto dolía y que era necesario llenar. Lo hiciste bien de inicio, comenzaste trabajando bien y te fuiste huyendo, como prófugo, con la cola entre las patas y decepcionando a todos los mexiquenses que confiaron en ti. Tu salida de la ciudad fue un escándalo, pintabas para mucho y fuiste uno más entre tantos, pero dejaste muy mal sabor de boca.
El resentimiento por la decepción siempre estuvo en la ciudad, más allá de los logros y alegrías que diste a todos. Apareciste como si nada, no en la ciudad, pero sí en el país para volver a hacer de las tuyas. A veces me pregunto si vivimos una condena eterna como mexicanos o si hemos normalizado este tipo de sinvergüenzadas, porque no hay otra palabra.
Toluca lo detectó, Pachuca lo sancionó y otros lo toleraron, ¿o fueron cómplices? No es que México se asuste cuando se habla de corrupción, pero tampoco es que lo deba normalizar en el día a día. En Pachuca se detectó un cobro ilegal de comisiones, uno solo en apenas seis meses en el cargo, por $200 mil dólares y claro que te dieron las gracias de inmediato.
En su momento la familia Martínez prefirió darte las gracias y finiquitar la relación laboral sin más ni menos. No dio detalles del porqué de la separación del cargo cuando apenas ibas llegando, sospechoso, pero caballeroso de parte de Grupo Pachuca. Ahora, ellos mismos advirtieron de estos temas contigo previo a tu contratación y aun así llegaste a la Cooperativa.
Es increíble que alguien contrate a otra persona para que le robe, cuando Pachuca se dio cuenta de ello lo cortó de tajo. Cruz Azul te contrató y ¿de verdad fichaste a un jugador promedio y con antecedentes de lesiones por casi 30 millones de dólares a sus casi 30 años? Es increíble.
Le pagas 10 millones de dólares a la MLS por su ficha, 3 millones 350 mil dólares más sólo por bono de contratación, es decir ya van $13.5. Otro millón más al representante y otro millón 320 mil dólares al agente por concretar la transacción, ¿hoy en día ya no se puede comprar directo y tiene que ser por la vía de un tercero?
Pero eso no es lo peor. El salario, de un jugador que más del 50 por ciento de la temporada se la pasa lesionado, es de $275 mil dólares por cuatro años de contrato para dar un total de $13 millones 200 mil dólares, una salvajada. Si sumamos todo nos dan casi 29 millones de dólares por un jugador de medio pelo. ¡Lo que haces es una sinvergüenzada!
P.D. Dice radio pasillo que los jugadores en Cruz Azul están muy molestos con el actuar de Iván Alonso, que ya parece político mexicano.
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