A Vega no lo dirigió el Tuca, se fue a Chivas, un suicidio mortal, pero rápido regresó a Toluca para marcar un hat-trick letal.
Por Morelos la calaca merodeaba, llena de amargura y silencio al nueve buscaba, “si lo encuentro lo sentencio”. Llegó a la Bombonera por su botín, buscaba evitar las derrotas y al consentido para darle fin, pero sólo encontró camisetas rotas.
Entre el humo y la pasión a lo lejos escuchó un grito, “Aguante el rojo de mi corazón”, y hasta se le espantó el apetito. Alexis amagó a la muerte, formó rápido a su tropa, con él mismo al frente para darle al rojo la Copa.
La flaca rápido pensó: Es el indicado, es un delantero matón, pues al Mundial ya estaba llamado por ser ídolo y campeón. La huesuda resignada al cielo miró “Hoy no me llevo al goleador, que al América le marcó”.
Y Alexis aliviado fue a cantar el “Matador”.
P.D. Preservemos nuestras tradiciones, recordemos a quienes dejaron de ser terrenales para ser eternos, nunca los olvidemos.
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