Todos sabemos que naciste como un equipo emergente, con una identidad que no estaba definida y no se sabía si eras de aquí o de allá, tuviste una casa estable por casi 30 años y luego comenzaste a vagar desde que salieras de Hidalgo porque tu grandeza ya necesitaba de la Ciudad de México.
Fue en los 70 cuando la rompiste y con ese tricampeonato le quitaste muchos aficionados al América, dicen que ese fue el mejor equipo que ha visto el futbol mexicano, y si Carlos Reinoso lo dice yo le creo.
Te volviste grande, tan grande que arrasabas como una máquina, sobrenombre que te ganaste de la mano del “Gato” Marín. Tu camiseta pesaba, asustaba, ganaba títulos, aunque fuera llena de sangre, de visita, en tiempo extra, 17 años después y desde los 11 pasos. Había jugadores de renombre, ídolos, figuras, goleadores, jugadores con amor a la camiseta.
En los últimos años esos aficionados que le quitaste al América hoy están de vuelta, unos más renunciaron, otros se fueron por voluntad propia y el resto está confundido ante una paternidad que se ve imposible de romper en liga. No tienes casa y tu casa se convirtió en la casa del odiado rival, ese que te ningunea y te echa cada que quiere, porque esa camiseta pesa mucho más que la tuya.
La afición se convirtió en la burla del fútbol mexicano, el verbo cruzazulear se popularizó de forma peyorativa. Tu gente ha increpado a directivos, jugadores y entrenadores, hasta entre ellos mismos sin éxito alguno. Luego entonces, ¿cuál es el problema? Quizá no es necesaria una disculpa pública, como por obligación lo tuvo que hacer el abogado Carlos Velázquez en el Senado para Fernández Noroña, quizá sí…
En 2013 también ganaste la ida por la mínima, ibas arriba en la vuelta 0-1 y bueno, ya conocemos la historia. La camiseta pesa y tú te encoges ante el ave de las tempestades. No hay sorpresa, pero sí vergüenza. ¡Disculpa pública ya!
Pasan los años y también pasan los jugadores, pasan entrenadores que son tan sinvergüenzas que si les llega una mejor oferta te dejan el trabajo tirado y se van. Todo mundo ningunea a esta institución, pero es que siempre ilusionas a tu gente para terminar por caer a los pies del América. ¿Hasta cuándo se van a hacer mayorcitos? En fin, lo hecho, hecho está y no hay vuelta atrás.
P.D. Hoy arranca la final del fútbol mexicano con los dos mejores equipos de la Liga MX y dos historias distintas: Toluca quiere romper una sequía de 15 años y América va por el tetracampeonato para seguir haciendo historia. ¡Que gane el mejor!
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