Durante casi dos siglos, la Universidad Autónoma del Estado de México fue testigo de transformaciones sociales, científicas y culturales; sin embargo, había un cambio que seguía pendiente: que una mujer encabezara su rectoría. Esa brecha de cristal se ha roto con la elección de la Dra. Martha Patricia Zarza Delgado como la primera rectora de la UAEMéx, en un proceso democrático que no solo marca un precedente en la institución, sino que también fortalece la lucha por la igualdad sustantiva en los espacios de poder.

La elección celebrada el pasado 15 de julio fue histórica no solo por su resultado, sino por la forma en que se llevó a cabo. La comunidad universitaria participó activamente en una jornada transparente, directa y secreta, en la que más de 20 mil personas, entre estudiantes, académicos y personal administrativo emitieron su voto. El Consejo Universitario, máxima autoridad de la institución, otorgó a Zarza Delgado 118 de 213 puntos, es decir, el 55.4 % del total, reconociéndola como la opción con mayor respaldo.

Fue un proceso democrático que contó con la participación de cuatro mujeres candidatas, sin impugnaciones posteriores y con un amplio reconocimiento al resultado por parte de sus contendientes, lo que fortalece su legitimidad y marca un punto de inflexión para la Universidad. Este momento no puede entenderse sin considerar el contexto de movilización que vivió la UAEMéx en meses recientes. Las y los estudiantes, con determinación y convicción, levantaron la voz para exigir apertura, participación y una reforma a fondo en los mecanismos de elección.

Las tomas estudiantiles y el debate público abrieron camino a este proceso que no fue impuesto desde arriba, sino ganado por una comunidad que exigió ser escuchada. El liderazgo de la Dra. Martha Patricia Zarza Delgado representa una ruptura profunda con la tradición patriarcal que ha marcado las estructuras de gobierno universitario. Arquitecta de profesión, con una trayectoria académica de más de 30 años, investigadora y exdirectora de la Facultad de Arquitectura y Diseño. Zarza Delgado simboliza la preparación, el mérito y el compromiso que muchas mujeres han demostrado durante décadas, sin que antes se les permitiera llegar a la máxima posición.

Su nombramiento no es solo un acto simbólico: es la apertura de una nueva era en la que el liderazgo de las mujeres deja de ser excepción para convertirse en posibilidad concreta. Este logro adquiere una mayor relevancia si lo enmarcamos en el panorama nacional.

De las 34 universidades estatales públicas del país, solo 11 tienen actualmente a una rectora. Y aunque las mujeres representan más del 52% de la matrícula universitaria, apenas ocupan el 30% de los puestos de investigación, el 39% del profesorado de tiempo completo y menos del 45% de las cátedras. La desigualdad estructural no solo es una realidad, sino que ha sido una barrera constante que impide a las mujeres alcanzar posiciones de decisión.

Por eso, lo ocurrido en la UAEMéx no es un hecho menor: es un acto de justicia histórica y un paso firme hacia la transformación de las universidades mexicanas en espacios verdaderamente paritarios. La elección de la primera rectora es un mensaje claro: el talento no tiene género, y la democracia universitaria solo es posible si reconoce plenamente la diversidad de quienes integran la comunidad. Como mexiquenses, como mujeres, como representantes populares, este hecho nos llena de orgullo, pero también nos recuerda que no basta con romper techos de cristal: hay que reconstruir las estructuras para que más mujeres puedan acceder, permanecer y transformar.

Síguenos en nuestras redes sociales:

Instagram: , Facebook:  y X: .

Google News

TEMAS RELACIONADOS