El 1 de diciembre de 2025 marca el inicio de un nuevo ciclo de rendición de cuentas de quienes dirigen los gobiernos municipales en el Estado de México. Como cada año, por mandato de la Ley Orgánica Municipal, las y los presidentes están obligados a rendir un informe del estado que guarda la administración pública municipal a sus habitantes.

Este ejercicio reviste un valor fundamental para la vida democrática del orden de gobierno "más cercano a la gente", como una y otra vez se dice del municipio, para referirse a la relación entre la ciudadanía y la autoridad local. Desde el arranque de la Cuarta Transformación, los informes de gobierno recuperaron un nuevo sentido para la gente. Más allá de un trámite político-administrativo, Andrés Manuel López Obrador los resignificó como una oportunidad para renovar el pacto entre el gobernante y la ciudadanía y, a partir de ahí, seguir construyendo la confianza pública en el proyecto de Nación.

Es por ello tan relevante que las autoridades municipales logren transformar la obligación de rendir informes en un acto de democracia sustantiva, ante los habitantes que experimentan en su vida cotidiana los resultados de la gestión pública municipal: desde el alumbrado público hasta el abastecimiento de agua; del funcionamiento del mercado municipal al manejo de residuos, del trato de su policía municipal hasta las condiciones en las que se encuentran los espacios públicos; por citar algunos ejemplos.

Nunca en el Estado de México había habido tal número de municipios gobernados por una fuerza distinta al PRI. A la fecha, un total de 61 municipios son gobernados por presidentas y presidentes de Morena y la cifra se eleva a 90 si consideramos al PT y al PVEM; en otras palabras, siete de cada 10 presidencias municipales gobiernan bajo los principios de la Cuarta Transformación en el Estado de México.

Además, los municipios más grandes en términos de población son gobernados también por Morena, como Ecatepec, Nezahualcóyotl, Toluca, Naucalpan y Tlalnepantla. Tan solo los tres primeros municipios mencionados concentran el 21% de la población total estatal, mientras que los tres municipios menos poblados como Papalotla, Oztzoloapan y Zacazonapan representan apenas el 0,08% de la población mexiquense. Así los contrastes dentro del Estado de México, la entidad más poblada del país con sus 17 millones de habitantes, que supera a la de países como Bolivia o Bélgica.

A favor del desarrollo de los municipios en el estado está su vocación económica. Aunque la principal actividad en la entidad es el comercio, que aporta alrededor del 72 por ciento del PIB estatal, destacan otras actividades como el turismo (10 municipios son Pueblos Mágicos y 26 Pueblos con Encanto), la producción de Mezcal (15 municipios que tienen "denominación de origen"), el "Corredor Florícola" (ocho municipios dedicados a la floricultura); y la industria principalmente automotriz y alimentaria, que concentra el mayor número de parques industriales en Tlalnepantla de Baz, Cuautitlán Izcalli, Tultitlán, Tepotzotlán, Lerma y Toluca.

Bajo el gobierno de la maestra Delfina Gómez y con el impulso de la presidenta Claudia Sheinbaum, la coordinación interinstitucional entre el gobierno federal, estatal y municipal ha representado un impulso para los gobiernos locales. El mejor ejemplo es el Plan Integral Oriente que involucra proyectos hídricos, de infraestructura, desarrollo económico, educación, salud, entre otros, que se llevarán a cabo en 10 municipios (Ecatepec, Nezahualcóyotl, La Paz, Texcoco, Chalco, Valle de Chalco, Chicoloapan, Ixtapaluca, Chimalhuacán, Naucalpan) y que beneficiarán a toda la región en su conjunto.

A un año de funciones y, en algunos casos, después de haber sido reelectos, las y los presidentes de los 125 municipios del Estado tienen la oportunidad de comunicar a la ciudadanía, que conocen a profundidad los problemas y más importante aún, lo que han hecho para resolverlos, con honestidad y eficiencia.

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