La aprobación anual del llamado Paquete Fiscal a cargo de los Congresos de los estados supone un importante acuerdo de las fuerzas políticas... Lo es porque representa una base para la gobernabilidad, la estabilidad fiscal, incluso, para la paz social de las entidades federativas. Dicho documento, constituye un elemental ejercicio del principio de separación de poderes y de contrapesos, pues el Legislativo se encarga de revisar lo enviado por Ejecutivo, y cuenta con la facultad exclusiva de hacer los ajustes que considere necesarios, producto de la discusión y el consenso.
Desde hace algunos días, el Congreso del Estado de México dio inicio formal al análisis del Paquete Fiscal 2026, compuesto por las iniciativas sobre el presupuesto de Egresos del Estado de México, las leyes de ingresos estatal y municipal, reformas al Código Financiero del Estado de México y Municipios, y otros ordenamientos; y se prevé que esta semana pase al Pleno para su aprobación.
A grandes rasgos, en el Paquete Fiscal se señalan de dónde vendrán los recursos para las políticas públicas del gobierno estatal (como impuestos locales, participaciones federales, ingresos propios, etc.) y en qué se gastarán, como la autorización del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS) Municipal. De ahí que permita planear con previsibilidad las finanzas del estado y de los municipios, así como el gasto para rubros tan importantes como educación, seguridad, infraestructura, etc.
En el último Paquete Fiscal aprobado por el Congreso del estado, el componente social marcó la pauta del gasto: una inversión histórica en programas sociales para mujeres, adultos mayores, personas con discapacidades, así como recursos adicionales en educación, salud, gobierno digital y municipios; además de una considerable contención del gasto en rubros de servicios personales y gasto operativo.
Bajo la misma visión humanista, el Paquete Fiscal 2026 destinará un gasto histórico en programas sociales por 21 mil 116 millones de pesos. Así, a la vez que los programas sociales siguen siendo el componente más robusto del presupuesto se prioriza la ampliación de programas dirigidos a mujeres, grupos vulnerables, alimentación y bienestar.
Otros elementos que destacan son el fortalecimiento de ingresos propios por 4 mil 518 millones, mediante eficiencia recaudatoria y acciones de control fiscal; el financiamiento de sectores primarios por 346 mil 434 millones, destinados a educación, salud, seguridad, movilidad y campo; y el incremento en infraestructura y desarrollo urbano, con una inversión de 19 mil 818 millones.
Para el presupuesto de Egresos del ejercicio fiscal 2026 se contempla un total de 410 mil 342 millones de pesos, sobre el que sobresale la cero contratación de deuda nueva, lo que demuestra el compromiso del Poder Ejecutivo, encabezado por la gobernadora Delfina Gómez, de administrar con responsabilidad las finanzas públicas, lo que abona en mejorar el entorno para la inversión privada y la generación de empleo en el Estado de México.
En el rubro de seguridad, el presupuesto plantea un fortalecimiento integral del sector, incluyendo vigilancia, inteligencia, equipamiento, infraestructura y capacitación. También destaca que se coloca como prioridad fortalecer la red carretera, a través de un plan integral con programas emergentes y proyectos regionales, así como el compromiso de garantizar el abasto de medicamentos. Otras áreas prioritarias son fortalecer la inversión en deporte y educación, el desarrollo tecnológico y digital del estado y consolidar acciones en salud y alimentación.
El debate parlamentario del Paquete Fiscal 2026 en Comisiones sin duda refleja la complejidad de nuestro estado que desemboca en demandas crecientes en servicios públicos, seguridad, movilidad, infraestructura, vivienda, etc. así como las brechas de desigualdad que conviven en un mismo territorio.
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