Esta columna es una carta abierta.
Un mensaje para ti, mujer, que todos los días enfrenta alguna prueba y aun así continúa. Para quienes trabajan, crían, cuidan, estudian, resisten y buscan espacios donde sus derechos no sean vulnerados. Para las que luchan en silencio y para las que decidieron alzar la voz.
El 2025 fue, para muchas mujeres, un año de conciencia. No siempre de logros visibles, pero sí de aprendizajes profundos. Un año que nos obligó a mirarnos con honestidad y a reconocer que la fuerza también se construye desde la fragilidad. La alquimia femenina estuvo presente: transformar el cansancio en claridad, el miedo en decisión y la incertidumbre en carácter.
Para ti, mujer, que sientes que este no fue tu año, quiero decirte algo esencial: gracias por estar viva. No todas lo lograron. Este 2025 nos arrebató a mujeres que hoy ya no están: desaparecidas, violentadas, asesinadas. A ellas y a sus familias les debemos memoria, justicia y acciones reales. Que no se callen más nuestras voces, que no se normalice el dolor.
Esta carta también es para ti que atravesaste un duelo, una separación, una maternidad desafiante o una reinvención personal. Para ti que encontraste tu primer empleo, que te graduaste y hoy enfrentas un mundo laboral donde la desigualdad aún persiste. Para ti que cumpliste sueños: viajar, independizarte, comprar tu primer hogar o iniciar una nueva etapa, incluso mientras despedías a alguien que amabas.
El 2026 se presenta con retos importantes. La economía, la movilidad del Estado y la toma de decisiones públicas seguirán impactando directamente la vida de las mujeres. La protección de nuestros derechos no puede quedarse en el discurso. Las alianzas institucionales y los avances de la agenda feminista en el Congreso del Estado de México deben traducirse en acciones concretas, medibles y sostenidas.
Las mujeres mexiquenses somos mujeres de trabajo, de resistencia y de futuro. Llegamos al 2026 más conscientes, más organizadas y más preparadas. Con ética, profesionalismo y la certeza de que la igualdad no se espera: se construye todos los días.
Gracias a ti, mujer, por leernos y por no rendirte.
Gracias a El Universal Estado de México por abrir espacios donde las voces de las mujeres importan.
Las mujeres mexiquenses estamos listas.
El 2026 debe ser el año de las acciones.
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