En Ecatepec, las lluvias no son simplemente un fenómeno meteorológico: son una amenaza recurrente. A lo largo de las últimas décadas, el municipio ha sido uno de los más afectados por las inundaciones en el Valle de México. El Atlas de Inundaciones del Estado de México lo ubica como el que tiene más zonas de riesgo.

La geografía no ayuda. Una cuenca sin salida natural. Su topografía plana y compactada por hundimientos diferenciales imposibilita el drenaje eficiente.

Hay otras causas también conocidas: infraestructura hidráulica insuficiente, acumulación de basura, urbanización desordenada, y, en muchos casos, una respuesta institucional tardía o descoordinada.

Frente a este escenario, el gobierno local ha apostado por una herramienta poco común en los municipios del país: el uso de tecnología de vanguardia.

A través del sistema de videovigilancia y monitoreo, denominado C4 del Agua, conectado al recién inaugurado Centro de Mando C7i —anunciado como el más avanzado de su tipo en México—, Ecatepec le apuesta a la ciencia de datos y a la inteligencia para mitigar los efectos de las lluvias.

Y es que el C7i al que está anclado no es solo un centro de videovigilancia. Es un sistema integral que reúne seguridad pública, protección civil, gestión de riesgos y ahora, monitoreo hidráulico.

Este ecosistema digital, que utiliza inteligencia artificial, permite cruzar datos en tiempo real, monitorea la operación de cárcamos, zonas de bajadas de cerros y áreas de riesgo, y digitaliza reportes ciudadanos. Todo ello permite tomar decisiones y activar protocolos de respuesta oportuna y rápida.

Esto plantea una pregunta fundamental: ¿puede la tecnología resolver un problema que es, en el fondo, estructural?

La respuesta es matizada. Por sí sola, ninguna plataforma tecnológica puede sustituir el mantenimiento de drenajes, la inversión en colectores pluviales o la reubicación de viviendas en zonas de riesgo. Sin embargo, lo que sí puede hacer —y ya empieza a mostrar— es transformar la manera en que se responde a las emergencias. El tiempo de reacción lo es todo durante una contingencia. Y en eso, Ecatepec ha ganado minutos valiosos.

Además, el uso de inteligencia artificial, análisis predictivo y monitoreo georreferenciado no solo sirve para el presente. También genera data histórica que puede ser clave para diseñar obras y estrategias a futuro.

La experiencia de Ecatepec puede marcar un precedente para otros municipios con vulnerabilidades similares. La tecnología ya está disponible; lo que falta es voluntad política, visión de largo plazo y una ciudadanía que también se involucre: limpiando las calles, exigiendo rendición de cuentas y participando en simulacros y protocolos.

Naucalpan anunció desde enero un C4 parecido, pero a la fecha se desconoce si ya está en marcha. Lo que más se parece está en San Mateo Atenco, donde incluso se utilizan drones para monitorear ríos.

Esto no acabará con las lluvias, pero puede evitar que una tormenta se convierta en tragedia. En un municipio como Ecatepec, donde los últimos años las soluciones parecían llegar siempre tarde, esto ya es un cambio radical.

Síguenos en nuestras redes sociales:

Instagram: , Facebook: y X:

Google News

TEMAS RELACIONADOS