Con el primer día de diciembre arrancaron los informes de gobierno municipal. El momento de dar a conocer lo que han hecho en su primer año de gestión las administraciones 2025-2027, confrontarlo con las promesas de campaña y anuncios iniciales.

Hemos considerado a los 10 municipios más poblados del Estado de México, aunque de momento no hay un análisis más a detalle, puesto que están ocurriendo los eventos y difundiendo la información. Pero retomamos sus intenciones iniciales.

Al entrar en funciones, dieron a conocer su eslogan, que engloba su plan de acción y bandera ante la gente:

- “¡Cambio con honestidad!” (Ecatepec de Morelos)

- “Por amor a Neza” (Nezahualcóyotl)

- “Capital de oportunidades y progreso” (Toluca)

- “Aquí gobierna la esperanza” (Naucalpan de Juárez)

- “Gobierno de transformación” (Chimalhuacán)

- “Nuestra ciudad” (Tlalnepantla de Baz)

- “Servir con pasión” (Cuautitlán Izcalli)

- “El municipio donde todo es mejor” (Tecámac)

- “Gobierno de acciones fuertes” (Ixtapaluca), y

- “Sigamos creciendo” (Atizapán de Zaragoza).

¿Cuántos de estos ayuntamientos han alineado sus acciones a dichas frases?, ¿cuántos la reiteran, retoman o fortalecen en la actual campaña para informar?

Ese catálogo de eslóganes funciona como radiografía de aspiraciones: honestidad, amor local, progreso, esperanza, transformación, identidad, servicio, mejora, acción y crecimiento. Pero son frases que no se miden en consignas: se miden en agua potable, pavimento, seguridad, confianza, transparencia. Y en esos indicadores, la realidad es ambigua.

Al llegar a su primer informe, estos municipios muestran que la fuerza de un eslogan radica en su conexión con la experiencia cotidiana de las personas. En muchos casos, lo planteado sigue siendo aspiracional. La comunicación oficial, hecha de actos, transmisiones, promesas, campañas de imagen, ha logrado visibilidad. Lo que ahora cuentan los ciudadanos es: ¿hay agua cuando toca? ¿calles transitables? ¿seguridad real? ¿servicios constantes? ¿instituciones confiables?

En varios de estos gobiernos, la narrativa del cambio, progreso o esperanza se ve enfrentada a una percepción de corrupción, ineficacia y abandono urbano. Si estos municipios quieren honrar sus eslóganes, deben ir más allá del discurso: necesitan institucionalizar la rendición de cuentas, publicar indicadores claros de desempeño, atender los problemas estructurales -agua, drenaje, movilidad, seguridad- y demostrar que la promesa de eslogan no fue un truco de campaña, sino un compromiso real con la vida diaria de sus habitantes.

Se entiende que en algunos casos se enfrentan a herencias complejas, inercias y hasta confrontaciones, incluso fratricidas -hablando partidariamente-. Pero toda administración, en mayor o menor medida, los tiene. Aunque hay que considerar los casos de Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Ixtapaluca y Atizapán de Zaragoza, que son gobiernos de reelección.

Eso lo veremos cuando los diez hayan rendido sus informes. Lo que veremos es claro: al final, un buen lema no basta, lo que cuenta es la acción colonia por colonia, día tras día, y, sobre todo, en lo que dicen sus habitantes.

Síguenos en nuestras redes sociales:

Instagram: , Facebook: y X:

Google News

TEMAS RELACIONADOS