Hace años ya se resiente un profundo dolor en los hospitales y clínicas con la falta de medicamentos, materiales y equipos en el ISSEMyM y late con fuerza en sus números rojos.
Lo cierto es que los diputados, de más de una legislatura, llevan ya tiempo buscando una solución, y una de las aristas más críticas es la enorme deuda que tienen los municipios con el instituto.
Se estima un boquete financiero de entre 10 mil y 20 mil millones de pesos, causado por cuotas que retuvieron a los trabajadores y nunca entregaron al instituto.
Este tema no es menor, porque el ISSEMyM no es una institución cualquiera. Hasta finales de 2021 contaba con 848 mil 268 derechohabientes —servidores públicos, pensionados y sus familias. Pensemos en eso: cientos de miles de personas que dependen de sus clínicas, sus hospitales, sus pensiones. Detrás de cada cifra hay una familia, una vida, alguien que no puede cambiar de seguro con solo una decisión ejecutiva.
Lo que está en juego es humano, no solo es una cuestión contable. Cuando los municipios no pagan, no es solo un desfalco financiero, lastiman al ISSEMyM con una puñalada en el presupuesto, y al mismo tiempo, comprometen la salud de miles de derechohabientes.
El instituto ya está en una situación delicada, desde hace años. Reportes recientes hablan de una deuda estructural que supera los 27 mil millones de pesos, solo en pensiones. Eso significa que cada mes paga montos enormes, y sin los recursos adeudados por los municipios, tiene que depender de ampliaciones presupuestales para salir a flote.
Los diputados deben actuar con decisión, pero también con corazón: no es suficiente solo reestructurar deudas con convenios de 10, 15 años. Se necesitan mecanismos reales que aseguren que esos adeudos no vuelvan a repetirse.
Y es que detrás de esos miles de millones no hay un simple número: hay personas mayores, trabajadores, hijos que dependen de ese sistema para vivir con dignidad. Hay también ex funcionarios que deben explicar a dónde fue a parar el dinero que descontaron a los trabajadores de su salario y no pagaron en tiempo y forma al Instituto.
Si no resolvemos esto pronto, corremos el riesgo de quebrar no sólo una institución financiera, sino la confianza de miles de familias que confían en el ISSEMyM para su protección social.
No puede ser una opción para los diputados considerar desaparecer esta institución, sin antes acudir a todas las opciones pertinentes y la primera debería ser cobrar las deudas pendientes, sin consideraciones políticas.
La última trinchera
Sería interesante escuchar la información que Isidro Pastor tiene para compartir, ahora que ha sido detenido.
Fue un priísta que estuvo en la primera línea de la toma de decisiones, tuvo poder y conoció las entrañas del gobierno del Edomex.
Si consideramos que tuvo un papel trascendente en la política mexiquense por al menos tres sexenios (los encabezados por Arturo Montiel, Enrique Peña y Eruviel Ávila) podemos calcular la cantidad de anécdotas que conoce. ¿Será por eso que tiene nueva residencia?
Síguenos en nuestras redes sociales:
Instagram: @eluniversaledomex, Facebook: El Universal Edomex y X: @Univ_Edomex.