La nostalgia, no cabe duda, es un sentimiento que puede ser monetizado y explotado en altas dosis. Esta sensación de melancolía y afecto por el pasado no es otra cosa más que una combinación entre el placer de lo vivido y el dolor que nos produce algo que ya no está.
En el caso de quienes somos coleccionistas, más allá del enfoque psicológico, la nostalgia es parte importante de las compras y adquisiciones, pues deseamos enormemente volver a poseer algo que tuvimos o nos faltó cuando éramos pequeños.
En la industria musical, por ejemplo, hemos sido testigos del regreso de los vinilos, ese formato analógico hecho de policloruro de vinilo que, con el paso del tiempo, regresó a las tiendas y a nuestros estantes con un éxito desmedido, provocado por el auge entre coleccionistas y férreos amantes de los formatos de audio. Y, desde aquellos tiempos en que toda casa que se respetara tenía una consola para reproducir radio, casetes y elepés, llegamos a las nuevas tornamesas (cada vez más pequeñas) y acetatos de colores, formas y efectos especiales, que los convierten en ediciones únicas e irrepetibles. Así se han lanzado las bandas sonoras de cintas como Tiburón, Cazafantasmas, El Exorcista y un largo, largo, etcétera.
El cine, claro, no se quedó atrás. Con los años, las huelgas de guionistas, la poca creatividad y el cine de super héroes, los dioses que manejan el séptimo arte se dieron cuenta que recuperar clásicos, convertirlos a nuevos formatos o hacer ediciones especiales, les retribuía espectacularmente. Posteriormente vinieron los reestrenos de cintas con versiones raras, extendidas o “con edición del director”, o simplemente porque era su aniversario.
Este año, para no ir más lejos, hubo un reestreno de Jaws (Tiburón) por su cincuenta aniversario (suceso que, en su momento, tratamos ampliamente en esta columna), que festejó en pantalla grande, con productos conmemorativos y un documental de la National Geographic.
Lo mismo ocurrió con las Tortugas Ninja y la cinta original de 1990 que, durante este año, estuvo de manteles largos (dirían las abuelitas) por su treinta y cinco aniversario. Por este motivo tuvo un relanzamiento en cines acompañada de un cortometraje con material inédito, mercancía nueva y bastantes señores en las salas cinematográficas.
Siguiendo esta pauta se vienen un par de reestrenos que nos harán volver a las butacas y contribuir a las cuentas bancarias de Peter Jackson y George Lucas: me refiero a El señor de los anillos y Star Wars, respectivamente.
La pandilla que se forma para resguardar y destruir el anillo único, regresará en 4K y con sus versiones extendidas el próximo 16 de enero que cumple veinticinco años de su estreno original. Después de once Óscars y casi tres mil millones de dólares recaudados en taquilla, regresaremos a la Tierra Media mientras esperamos la precuela que, en teoría, sigue en desarrollo titulada La caza de Gollum. Tolkien debe estar orgulloso.
La otra superproducción a la que me refiero dio origen al universo de Star Wars, me refiero a Una nueva esperanza, estrenada originalmente un miércoles 25 de mayo de 1977 en treinta y dos pantallas de los Estados Unidos, y redefinió la ciencia ficción dentro del cine.
Y aunque tendremos que esperar un par de años (hasta el 2027) el anuncio de su montaje original en cines ya ha causado revuelo y es noticia internacional por su cincuenta aniversario. Mientras tanto, nos vemos en los cines por ahí de mayo del año que entra para ver The Mandalorian and Grogu.
Que la nostalgia nos acompañe.
IG: @doppelgaenger18 X: @Doppelgaenger18
Síguenos en nuestras redes sociales:
Instagram: @eluniversaledomex, Facebook: El Universal Edomex y X: @Univ_Edomex