Hace unas semanas se llevó a cabo el lanzamiento, a nivel mundial, de una de las secuelas que más han esperado los fanáticos de las series: The Last of Us II.
Por si no lo saben se los cuento, dicha serie es una adaptación del videojuego llamado The Last of Us que fue lanzado originalmente para la Playstation 3, en el lejano 2013, por Naughty Dog, un estudio conocido gracias a títulos como Crash Bandicoot o Uncharted, por mencionar sólo un par. En su momento ganó más de 200 premios al juego del año y, debido a su éxito, se remasterizó unos años después para la PlayStation 4, con mayor resolución y mejoras integradas.
La historia de TLOU se sitúa 20 años después de que una pandemia azotara y modificará completamente a la civilización. Hay humanos infectados que sufrieron mutaciones horribles y aquellos que sobrevivieron se encuentran inmersos en una sociedad hambrienta y salvaje en la que obtener alimentos y armas te puede costar la vida.
Este tema me recordó lo que sucede en un par de novelas preciosas y chéveres que les recomiendo acá, El día de los trífidos de John Wyndham y Ensayo sobre la ceguera del magistral José Saramago, donde seremos testigos de las brutalidades que podemos llegar a hacer como sociedad. ¡Ah y en el cine no olvidemos Los hijos del hombre de Alfonso Cuarón!
Bueno, lo más interesante del virus que provoca la mutación en este mundo programado, es que existe en la vida real, se llama Cordyceps y afecta principalmente a las hormigas, invade a su huésped hasta el punto de controlar sus acciones primarias, pues ataca directamente al cerebro de las pequeñas obreras, convirtiéndolas en simples y llanos títeres. Es necesario explicar que, antes de correr en círculos y preocuparnos por una pandemia zombie, en la vida real para que este hongo afecte a los humanos deben pasar miles de años, así que, por el momento, estamos a salvo.
En el escenario planteado por Naughty Dog nos pusimos en la piel de Joel, un hombre que ha sido contratado para rescatar y entregar sana y salva a Ellie, una niña de 14 años, en la que se centran intereses oscuros. La campaña nos llevó a recorrer ciudades devastadas y abandonadas que fueron tomadas por la naturaleza, grupos de gente con distintos intereses políticos o cuyos líderes están completamente deshumanizados, además de que sólo desean poder y, obviamente los infectados; así que teníamos un juego tenso y lleno de acción en el que deseábamos sobrevivir a toda costa.
Si la ambientación y la historia eran de por sí un incentivo, la cereza del pastel llegó de la mano, literalmente, del músico argentino Gustavo Santaolalla quien se encargó de componer la banda sonora de los juegos y también de ambas partes de las series dotándolos de una belleza y brutalidad que van de la mano y se complementan con su ambientación.
Pues bien, a partir del día 14 de abril podemos disfrutar cada lunes de un capítulo de la segunda temporada de The Last of Us II, a través de Max, que nos sitúa cinco años después de los acontecimientos de la primera parte. Regresaron Pedro Pascal (seguro lo recordarás por series como Game of Thrones o The Mandalorian) y Bella Ramsey (que sobrevivió a las críticas de los puristas por su “poco parecido” con la protagonista de los juegos) para continuar en sus papeles con una historia “sobre los traumas, la redención y la empatía”.
Así que te invito a vivir una historia compleja, emotiva e increíble (no importa si es a través de una consola o por el televisor) y sobrevivir a un mundo post apocalíptico y plagado de chasqueadores.
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