Cuando somos pequeños, los primeros acercamientos que tenemos hacia los monstruos son mera casualidad. A través de cuentos, caricaturas o películas, dichos personajes son retratados de manera lúdica e incluso boba, siendo despojados de toda amenaza y temor para que los niños no sientan miedo ante los íconos de lo sobrenatural.

En mi época, por ejemplo, recuerdo la serie de Los Locos Adams, la genial caricatura de Los Cazafantasmas (aunque existe un episodio donde aparece el “espantaniños” que en realidad sí da mucho miedo y nos dejó a mi hermano y a mí bastante afectados) o cintas como Gremlins que todos podíamos ver y disfrutar.

Una caricatura que viene bastante al caso es ¿Scooby-Doo dónde estás?, lanzada en 1969 para la CBS, donde se nos mostraba a cinco personajes: Fred, Vilma, Daphne, Shaggy y un gran danés asustadizo y bonachón, llamado Scooby-Doo. Ellos viajan en su camioneta llamada La máquina del misterio (muy adornada a lo flower power) para resolver misterios asociados a monstruos y lo paranormal.

Las historias, con tintes de thriller, suspenso y terror, sucedían siempre de noche, siguiendo el rastro de alguna leyenda o aparición, y terminaban al desenmascarar al monstruo. Esta característica particular siempre me disgustó pues al buscar una explicación racional, daban al traste con toda la atmósfera de miedo, evitando así, seguramente, que los niños tuviéramos pesadillas. Por cierto, South Park tiene un episodio que parodia esta serie animada titulado El misterio de los fantasmas piratas de Korn, donde los protagonistas son los miembros de la banda y que sirvió, además, para lanzar su sencillo Falling away from me.

Pensando en Scooby Doo y en varios de los monstruos que aparecían en sus historias, podemos encontrar en la industria fílmica a un sin número de actores que, a pesar de portar trajes famosos o encarnar a personajes icónicos, no son ubicados tan fácilmente o no tuvieron el merecido reconocimiento por sus actuaciones. Hablamos obviamente de una época anterior al boom de los efectos especiales o digitales y, para muestra, dicen, un botón:

La criatura de la laguna negra. Gill-man, que a la postre se convertiría en uno de los monstruos icónicos de la productora Universal, tuvo a un par de protagonistas bajo su piel: Ben Chapman, un exmilitar con más de 2 metros de altura, encargado de interpretar las escenas fuera del agua en un estudio de Hollywood; y Ricou Browning quien grababa todas las escenas bajo el agua, en el Parque Estatal Wakulla Springs, en Florida.

Drácula. Bela Lugosi, un actor con tablas y miembro del Teatro Nacional de Budapest, fue el encargado de darle vida al vampiro más famoso en 1930, comenzando así el gran éxito de los monstruos. Por cierto, Lugosi también apareció en El fantasma de la Ópera, basada en la novela de Gastón Leroux.

Frankenstein. William Henry Pratt, cuyo nombre artístico fue Boris Karloff, encarnó al monstruo que pasó a la historia gracias al maquillaje de Jack Pierce. Asimismo, Pratt interpretó el papel principal en La momia.

Alien. El Xenomorfo fue encarnado por un chico de 23 años llamado Bolaji Badejo, quien no pudo pasar desapercibido con sus 2 metros y 18 centímetros de altura, además de su extrema delgadez.

Depredador. Aunque en un primer momento Jean-Claude Van Damme se iba poner el traje de Predator, o Yautja, fue Kevin Peter Hall, quien se unió al equipo para dar vida al personaje. Dato curioso, este actor encarnó a Bigfoot de la comedia Harry and the Hendersons.

¿Recuerdan a otra actriz o actor que haya encarnado a un monstruo famoso?

IG: @doppelgaenger18

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