De cara al Proceso Electoral 2027, los hallazgos del estudio presentado confirman una realidad ineludible: el Estado de México mantiene una deuda democrática con su población migrante, que ya no es marginal ni ajena a la vida pública. Como bien ha señalado la consejera del IEEM, Karina Vaquera Montoya, el perfil del migrante mexiquense es cada vez más urbano, informado y con disposición a participar, lo que hace insostenible mantener un esquema de voto limitado y poco visible. La baja identificación con el órgano electoral local, frente al INE, y la concentración del voto en pocos estados de Estados Unidos, evidencian la urgencia de fortalecer la vinculación institucional, crear una diputación migrante y ampliar el derecho a elegir autoridades de mayoría relativa y municipales. No se trata de una concesión, sino de reconocer plenamente los derechos políticos de quienes, aún fuera del territorio, siguen siendo parte activa del Estado de México.
Acuerdo con CFE corrige rezago
La aprobación en el Congreso mexiquense de la iniciativa impulsada por la gobernadora Delfina Gómez Álvarez para regularizar el adeudo histórico de Chimalhuacán con la CFE refleja una decisión política orientada a resolver problemas estructurales heredados y no a postergarlos. Más allá de la condonación del 50 por ciento de la deuda, el acuerdo coloca sobre la mesa un mensaje claro: sanear las finanzas municipales es condición indispensable para garantizar servicios básicos como el abasto de agua. Al asumir el gobierno estatal un papel de responsable solidario, la administración de Delfina Gómez apuesta por la estabilidad financiera y la continuidad operativa del ODAPAS, pero también fija límites al desorden del pasado, particularmente el dejado por administraciones vinculadas al Movimiento Antorchista. El reto ahora será que este rescate no se traduzca en nuevos rezagos y que la disciplina financiera se mantenga como regla, no como excepción, en beneficio de miles de familias que dependen de un servicio tan elemental como el agua potable.
Obras afectan horas pico
Las variaciones en la frecuencia del Tren Suburbano durante horas pico evidencian el costo cotidiano de una obra que, aunque estratégica, sigue sin fecha clara de conclusión. Mientras la ampliación hacia el AIFA avanza entre retrasos y pruebas pendientes, miles de usuarios enfrentan mayores tiempos de espera y traslados más inciertos. La llamada a “tomar previsiones” resulta insuficiente cuando la afectación es recurrente y ocurre en el momento de mayor demanda, lo que subraya la necesidad de una mejor planeación y comunicación para no cargar el peso de la obra sobre quienes dependen a diario del servicio.
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