La reaparición de Rosario Robles en el PRD marca no sólo un regreso personal, sino un intento por revivir la identidad de una izquierda que, según sus propias palabras, ha sido traicionada por el régimen actual. Su crítica frontal a la Cuarta Transformación como un proyecto autoritario plantea una disyuntiva seria para quienes se identifican con las causas progresistas: seguir justificando al poder o retomar la ruta de la congruencia ideológica. Robles lanza un mensaje claro: la izquierda debe volver a ser contrapeso, no comparsa. Con su conferencia “La Transición Traicionada”, Rosario Robles no solo hizo un acto de presencia, sino de memoria y advertencia. Llamó a recuperar los principios que dieron origen al PRD: justicia social, libertades y democracia interna. Su discurso sacude a un partido que ha perdido rumbo y presencia, al tiempo que enfrenta el dilema de redefinirse o desaparecer. Y pronto sabremos para dónde se inclina el corazón de la mujer, si al tricolor o al amarillo.
Buenas intenciones judiciales
Luis Fernando Camacho Lupercio promete instalar juzgados en los 125 municipios del Estado de México y designar un defensor de oficio en cada uno, lo cual, sin duda, responde a una necesidad histórica de acceso equitativo a la justicia. Sin embargo, su propuesta tropieza con una pregunta clave: ¿de dónde saldrá el recurso para concretarla? La descentralización judicial requiere infraestructura, personal, capacitación y operación permanente. Sin una ruta financiera clara, sus intenciones podrían quedarse en el terreno de lo deseable, pero irrealizable. La propuesta de Camacho Lupercio para ampliar la cobertura judicial en todo el estado revela sensibilidad social, pero también deja dudas sobre su viabilidad presupuestal. Ampliar el aparato judicial en casi 90 municipios nuevos no es una tarea menor, y mucho menos barata. Si el nuevo liderazgo del TSJEM quiere ser recordado por resultados y no solo por discursos, debe explicar cómo logrará estos cambios sin comprometer la calidad del servicio ni duplicar estructuras.
Acciones urgentes
La Comisión del Agua del Estado de México, encabezada por Beatriz García Villegas, ha reconocido el riesgo alto de inundaciones en 19 municipios, lo cual confirma lo que cada temporada de lluvias revela: la vulnerabilidad estructural de muchas zonas urbanas en la entidad. Si bien el monitoreo permanente es una medida necesaria, resulta insuficiente sin una estrategia efectiva de obras pluviales, mantenimiento de drenajes y educación comunitaria. La prevención no puede quedarse en el radar; debe traducirse en acción concreta y recursos sostenidos. Beatriz García Villegas, al frente de la CAEM, informa sobre un monitoreo permanente de zonas en riesgo de inundación, incluyendo municipios clave como Toluca y Metepec. Sin embargo, la ciudadanía espera más que vigilancia: quiere soluciones. Año con año, los mismos puntos críticos se inundan y las mismas promesas se repiten. La autoridad debe asumir que mitigar el riesgo implica invertir, coordinar con los municipios y dejar de operar bajo esquemas reactivos. Lo contrario es administrar el desastre, no prevenirlo.
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