La UAEMéx, dirigida momentáneamente por Isidro Rogel, ha anunciado un segundo descuento del 10 % en la colegiatura para el semestre otoño 2025, como parte de su ruta hacia la gratuidad de la educación superior. Esta medida representa un avance institucional importante como parte del pliego, o los pliegos petitorios, de los estudiantes. Sin embargo, esta noticia llega en medio de un paro estudiantil que sigue vigente en varias facultades. Aunque el compromiso por la equidad económica es claro, las exigencias del movimiento estudiantil reflejan que los retos en materia de diálogo, seguridad y condiciones internas siguen siendo cruciales para la comunidad universitaria. La Facultad de Derecho ya ha anunciado que, debido al paro, concluirá el semestre de manera virtual, marcando una decisión que otros espacios podrían replicar. Estas acciones reflejan una apuesta institucional por la equidad, aunque la coyuntura actual evidencia que la gratuidad no basta sin condiciones dignas de participación, seguridad y voz para el estudiantado.
Deuda pendiente
La cifra es contundente: en una década, 117 adolescentes egresaron del sistema de cuidado institucional del Estado de México sin haber sido adoptados, condenados a alcanzar la mayoría de edad sin el respaldo de una familia. Esta realidad, que afecta directamente a quienes más necesitan apoyo emocional y social, evidencia las limitaciones estructurales del sistema de adopciones en la entidad. Bajo la dirección de Karina Labastida, el DIFEM tiene la tarea urgente de rediseñar mecanismos que no sólo prioricen el cumplimiento legal, sino que respondan con sensibilidad y eficacia a las necesidades específicas de niñas, niños y adolescentes, particularmente aquellos con perfiles considerados “difíciles” por razones conductuales. Urge una estrategia más inclusiva, con enfoque psicosocial, que facilite la adopción de adolescentes y que enfrente los prejuicios que los marginan. La infancia no se puede administrar como trámite; requiere compromiso ético, recursos humanos capacitados y voluntad política para cambiar el destino de quienes han crecido sin hogar, pero no sin esperanza.
Paso técnico
La elaboración del nuevo Reglamento de Construcciones del Estado de México, con lineamientos para captar y aprovechar el agua de lluvia, es una medida técnica acertada pero largamente postergada. En una entidad con severos desafíos hídricos, donde el estrés por el abasto se ha vuelto cotidiano, resulta insostenible seguir construyendo sin una lógica de sostenibilidad. José Arnulfo Silva Adaya, secretario del Agua, acierta al empujar este enfoque, aunque el reto será traducir esas “reglas técnicas complementarias” en acciones obligatorias y verificables, y no sólo en recomendaciones bienintencionadas. El hecho de que hasta ahora se incluya este tema en el reglamento de construcción evidencia un rezago institucional. La apuesta por integrar estos criterios tanto en espacios públicos como privados debe ir acompañada de incentivos fiscales, programas de capacitación y una verdadera fiscalización.
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