La eventual desaparición del Instituto de Transparencia del Estado de México (Infoem), actualmente encabezado por José Martínez Vilchis, ha encendido alertas no sólo en el ámbito legislativo, sino también en el institucional. Frente a esta amenaza, el Pleno del organismo ha hecho un llamado claro: ser tomado en cuenta en el debate sobre su futuro. No es menor que un órgano autónomo, cuya labor ha sido garantizar el acceso a la información pública y la protección de datos personales, tenga que alzar la voz para defender su propia existencia en un contexto político donde se desdibujan contrapesos. La declaración pública del Infoem refleja la urgencia de abrir un diálogo informado y plural. Con un tono respetuoso pero firme, el organismo recuerda que las decisiones legislativas deben considerar no sólo la legalidad, sino también el conocimiento técnico y la experiencia acumulada en la materia. Veremos sin son escuchados, porque la desaparición del organismo es ya casi un mero trámite y una realidad.
Vacante por anticipado
La definición de quién encabezará el Poder Judicial del Estado de México para el periodo 2031-2033 no solo es una decisión institucional, sino también un símbolo del compromiso con la paridad de género. Que esta responsabilidad recaiga indiscutiblemente en una mujer, como ha señalado el diputado Carlos Zurita Trejo, representa un paso necesario para equilibrar una estructura históricamente dominada por hombres. No se trata de una concesión, sino de una obligación constitucional que debe cumplirse con altura y sin simulaciones. La coordinación entre el Ejecutivo, el Legislativo y el Tribunal Electoral para definir esta designación será una prueba de madurez política. Más allá de cuotas o cálculos partidistas, la próxima presidenta del Poder Judicial debe ser una figura con independencia, capacidad técnica y autoridad moral. Si el proceso se convierte en un reparto de intereses, no sólo se traicionará el principio de paridad, sino que se pondrá en entredicho la legitimidad de una de las instituciones clave para la justicia en el Estado de México.
Orquesta itinerante
La presentación de la Orquesta Sinfónica del Estado de México (OSEM) en Amanalco marca un hito en la política cultural estatal. Que una agrupación de esta talla llegue por primera vez a este municipio refleja un esfuerzo genuino por descentralizar la oferta artística y llevarla a comunidades históricamente marginadas. Bajo la dirección de Nelly Carrasco, la Secretaría de Cultura del Estado de México acierta al abrir espacios que permitan a más mexiquenses acceder a expresiones musicales de calidad, rompiendo con el centralismo que por años ha concentrado estos eventos en grandes ciudades. Sin embargo, este primer paso no debe ser excepcional, sino el inicio de una política permanente. La OSEM, patrimonio artístico del estado, debe asumir un rol más itinerante y territorial. Que sus conciertos recorran de manera constante los 125 municipios es no solo deseable, sino necesario para democratizar el acceso a la cultura.
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