La depuración de 100 policías en Tlalnepantla, anunciada por el alcalde Raciel Pérez Cruz, representa una decisión necesaria para recuperar la confianza ciudadana en las instituciones de seguridad. En un país donde los cuerpos policiacos suelen cargar con el estigma de la corrupción y el abuso, asumir el costo político y operativo de limpiar la corporación es un paso que pocos gobiernos municipales se atreven a dar. Pérez Cruz apuesta por la transparencia y la disciplina interna, entendiendo que la seguridad no puede edificarse sobre estructuras contaminadas. Sin embargo, la depuración sólo será efectiva si viene acompañada de capacitación, mejores condiciones laborales y una política clara de proximidad social. Sustituir a los malos elementos sin transformar las causas que propician esas conductas sería repetir el ciclo. El reto para Raciel Pérez no es solo aumentar el número de uniformados, sino formar una policía en la que los tlalnepantlenses puedan confiar, porque la seguridad, como la autoridad, se gana todos los días, no se impone con un nombramiento.

Educación, prioridad del gobierno
El convenio firmado entre el alcalde Isaac Montoya Márquez y el INEA es una muestra clara de que en Naucalpan se gobierna con visión social y compromiso con la gente. Apostar por la educación de jóvenes y adultos no sólo combate el rezago, sino que devuelve oportunidades y esperanza a miles de naucalpenses. Montoya ha entendido que el desarrollo comienza por garantizar el derecho a aprender, y que una comunidad educada es una comunidad más libre, participativa y fuerte. Esta alianza representa un paso importante hacia un Naucalpan más justo y con mayores posibilidades de crecimiento. La instalación de puntos educativos y el acompañamiento del INEA demuestran que, cuando hay voluntad y coordinación, los resultados se multiplican. El liderazgo de Isaac Montoya se consolida al poner la educación en el centro de su gobierno, sembrando las bases para un futuro en el que nadie quede atrás por falta de oportunidades.

Violencia limita viajes
La situación que enfrentan las agencias de viajes del Estado de México refleja un problema preocupante: la inseguridad ya no solo afecta a los residentes, sino que impacta directamente en la economía y el turismo. Los cobros de “cuotas” por parte de la delincuencia organizada evidencian cómo la violencia altera la movilidad y limita las opciones de los viajeros, obligándolos a modificar sus planes o pagar de más para garantizar su seguridad. Es urgente que las autoridades refuercen la seguridad en las rutas turísticas y fomenten la confianza, porque la promoción del turismo no puede depender únicamente de que los ciudadanos arriesguen su integridad. La recuperación del turismo seguro debería ser una prioridad para proteger tanto a los visitantes como a los negocios locales.

