Los gastos en el Instituto de Transparencia del Estado de México (Infoem) siguen acumulándose sin justificación social clara. Ahora, a las críticas por los millonarios viajes nacionales e internacionales, se suma la remodelación de las salas de pleno y prepleno, una decisión difícil de defender ante el creciente reclamo ciudadano por austeridad y eficiencia en el uso del recurso público. Bajo la dirección de José Martínez Vilchis, el organismo parece más enfocado en el confort institucional que en fortalecer su función sustantiva: garantizar el acceso a la información y proteger los datos personales. Con 6.4 millones de pesos gastados en traslados y viáticos entre 2021 y 2025, incluidos viajes a destinos como Turquía, Italia y República Dominicana, el Infoem ha generado una percepción de opulencia que contrasta con su discurso de transparencia. La nueva remodelación abona a ese desencanto ciudadano que cuestiona si este órgano autónomo realmente responde al interés público o si se ha convertido en una burbuja burocrática.

La voz del paro
UniRadio 99.7 FM abrió sus micrófonos en una transmisión especial que permitió a los estudiantes alzar la voz, expresar sus demandas y visibilizar su malestar. La acción, más que simbólica, representa un llamado directo a las autoridades universitarias para atender con seriedad y apertura las preocupaciones de la comunidad que hoy exige una universidad más democrática, transparente y segura. El uso de una cabina externa por parte de la emisora universitaria, en plena jornada de la "Marcha en silencio, un lugar en el que permea la voz", no sólo fue un gesto logístico, sino una declaración de principios. En un contexto marcado por el diálogo forzado y la vigilancia institucional, este espacio abierto para la libre expresión contrasta con la pasividad que ha caracterizado a la administración interina de Isidro Rogel. La Comisión Especial para el Diálogo tiene ahora el deber de transformar esas voces al aire en acciones concretas que hagan avanzar a la normalidad.

Protestas en sector salud
La protesta del personal médico y de enfermería en el Hospital General de Ixtapan de la Sal expone una de las caras más crudas del sistema de salud pública en el Estado de México: la precariedad. La denuncia de que pacientes deben llevar su propio material para recibir atención, porque en la sala de urgencias ni siquiera hay gasas, es un llamado de emergencia a las autoridades. La secretaria de Salud, Macarena Montoya Olvera, ha comprometido soluciones reales y avanza con muchos esfuerzos. La realidad hospitalaria en Ixtapan de la Sal revela un colapso silencioso y una urgente necesidad de intervención. No es la primera protesta, a la que ha hecho frente la secretaria, pero que se ha señalado la responsabilidad de la transición al IMSS Bienestar, que ha acaparado todos los recursos y olvidado al resto de los nosocomios.

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