La Universidad Autónoma del Estado de México atraviesa una etapa crítica de incertidumbre institucional. La falta de acuerdos entre la Rectoría interina y los estudiantes paristas ha obligado a posponer el calendario de ingreso para el ciclo escolar 2025-2026. Mientras la UAEMéx intenta mantener el rumbo académico con nuevos ajustes en las fechas clave, como la publicación de resultados de admisión y la segunda convocatoria, la parálisis administrativa refleja el vacío de liderazgo que ha marcado el interinato de Isidro Rogel. Su gestión, más simbólica que efectiva, no ha logrado articular una salida viable al conflicto que ya afecta a miles de aspirantes. Este viernes, la universidad debe enfrentar una decisión crucial: definir el rumbo de la sucesión del rector Carlos Barrera. El estancamiento actual no permite más dilaciones. El tiempo político del interinato se agota, y con él, la paciencia de quienes esperan que la UAEMéx recupere su estabilidad y credibilidad.

Advertencia ante la elección
Las declaraciones del coordinador parlamentario del PAN, Pablo Fernández de Cevallos, son un llamado de alerta sobre la credibilidad del proceso de la llamada Elección Judicial. Al calificarla como una “simulación” y una “elección de Estado”, el legislador expone la preocupación de que este ejercicio ciudadano esté siendo manipulado desde el poder para imponer perfiles afines al oficialismo, en lugar de garantizar una verdadera participación libre e informada. Sus señalamientos no son menores, pues advierte que habrá una operación estructurada para movilizar votantes con instrucciones predefinidas, como el uso de acordeones con nombres sugeridos.El Poder Judicial, que debe ser garante de la legalidad y contrapeso institucional, podría terminar capturado por intereses políticos si el proceso de elección carece de transparencia y autonomía. En este contexto, lo que está en juego no es sólo una consulta más, sino la integridad de una de las piezas clave del Estado de derecho en México.

Pocas adopciones
La baja respuesta en el segundo periodo de adopciones en el Estado de México, con apenas el 43 por ciento de las fichas entregadas, evidencia que aún hay retos profundos en la estrategia de vinculación entre menores institucionalizados y familias potencialmente adoptantes. Si bien la directora general del DIFEM, Karina Labastida, ha impulsado una mayor apertura y difusión del proceso, los números muestran que falta trabajo en sensibilización, acompañamiento y eliminación de obstáculos burocráticos que desalientan la adopción.Es preocupante que, pese al esfuerzo por habilitar 150 fichas en cada etapa, la demanda no alcance ni la mitad en esta segunda ronda. El DIFEM debe replantear su comunicación y revisar los requisitos que, lejos de proteger a los menores, muchas veces terminan restringiendo injustificadamente las posibilidades de adopción.

Síguenos en nuestras redes sociales:
Instagram: @eluniversaledomex, Facebook: El Universal Edomex y X: @Univ_Edomex