jorge.dasaev
En vísperas de Nochebuena y Navidad, la mañana del 23 de diciembre en Palacio Nacional, se nos ha entregado un regalo que nadie pidió, pero que todos necesitábamos abrir. El secretario de Salud aprovechó la conferencia matutina para presentar la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT) 2025. Y las cifras, lejos de ser un mero trámite estadístico, son un retrato brutal de cómo estamos lidiando con la realidad.
La narrativa oficial habla de esfuerzos y campañas, pero los datos gritan otra cosa: en el México de 2025, el consumismo no es solo de pantallas y ropa; es un consumismo voraz de sustancias para evadir la vida.
Lo más alarmante de la ENCODAT 2025 es la confirmación de lo que vemos todos los días en las calles (aunque exista también una resistencia marcada a la negación): el reinado de las drogas sintéticas. El consumo de metanfetaminas y el repunte de opioides sintéticos han desplazado a las drogas tradicionales. Ya no es la marihuana la protagonista del debate de salud pública; son polvos y pastillas fabricados en laboratorios clandestinos que cuestan menos que un refresco.
El secretario de Salud enfatizó que el incremento en el uso de fentanilo y sus análogos, disfrazados muchas veces en otras sustancias, ha crecido exponencialmente en zonas urbanas y fronterizas. La letalidad ha subido, pero el miedo a consumirlo ha bajado.
Si bien las drogas ilegales acaparan titulares, los vicios silenciosos siguen operando con licencia. En el caso del alcohol, el patrón de consumo ha cambiado de social a explosivo. La encuesta revela que beber grandes cantidades en poco tiempo se ha normalizado los fines de semana, ya no solo en adultos, sino en adolescentes de preparatoria.
El contexto del tabaco y vapeadores se inserta en una gran trampa de marketing. Mientras el cigarro convencional se mantiene estable, el uso de vapeadores y cigarros electrónicos se ha disparado un 40% en menores de edad. Los jóvenes de 2025 creen erróneamente que vapear es inocuo, inhalando metales pesados y nicotina sintética bajo la promesa de sabores frutales.
La ENCODAT 2025 rompe el mito de que esto es problema de ciertos grupos. La edad de inicio de consumo ha bajado peligrosamente a los 12 años en promedio para alcohol y tabaco. Mientras que la brecha de género en el consumo de alcohol prácticamente ha desaparecido. Las mujeres mexicanas están bebiendo a la par de los hombres, un indicador preocupante que refleja una carga de estrés social y laboral que antes no se manifestaba de esta forma.
El análisis de la percepción de riesgo en confronta con el acceso es alertador. Hoy, 24 de diciembre de 2025, es más fácil conseguir una dosis de cristal o un vapeador ilegal a domicilio que conseguir una cita en el sistema de salud pública.
La venta se ha digitalizado. Redes sociales y aplicaciones de mensajería funcionan como el nuevo "dealer" invisible al entregar estos productos a la puerta de casa, reduciendo la percepción de peligro del usuario, quien siente que está haciendo una transacción comercial más. El 60% de los usuarios de 18 a 29 años reporta conseguir sustancias a través de apps de mensajería y redes sociales con entrega hasta la puerta de casa.
El secretario de Salud expresó, de manera tímida, la relación de las conductas de consumo de drogas, alcohol y tabaco con la salud mental, pero aquí es donde debemos ser críticos. Este aumento en el consumo no es por falta de valores, es por exceso de realidad. La encuesta muestra una correlación directa: a mayor ansiedad y depresión no tratada, mayor dependencia.
Los detonantes sociales son claros en este cierre de año:
- Precarización laboral: jóvenes que trabajan mucho y ganan poco, buscando alivio rápido.
- Violencia crónica: vivir en estado de alerta permanente genera un estrés que se automedica con alcohol o sedantes.
- Soledad conectada: mayor número de seguidores en redes sociales, pero menos redes de apoyo real.
Al cerrar este 2025, la ENCODAT nos deja una realidad amarga. Se podrán presumir incautaciones, pero mientras no atendamos la salud mental y la desesperanza de los jóvenes, el mercado seguramente seguirá creciendo.
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