Con el propósito de evaluar y clasificar a cada uno de los estados para impulsar políticas públicas que promuevan la competitividad, la atracción de talento e inversión, desde el año 2006, el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO) lleva a cabo la elaboración bianual del Índice de Competitividad Estatal.
Para elaborar este documento, el IMCO inicia definiendo a la competitividad como la capacidad de las ciudades, estados o países de generar, atraer y retener talento e inversión. Partiendo de la premisa que tanto el talento como la inversión tienden a migrar hacia los lugares donde es posible obtener mejores retornos económicos y sociales.
Por lo que dentro de un estado atractivo para el talento y la inversión se puede esperar un alto nivel de productividad en las empresas y en las personas, mientras que gracias a su estrecho vínculo también es previsible esperar altos niveles de prosperidad y bienestar.
Tras la definición de conceptos, en la parte técnica, el IMCO identificó 6 diferentes factores asociados a la competitividad que son posibles medir a través de 53 sub índices particulares para cada caso, los cuáles son innovación y economía, infraestructura, mercado de trabajo, sociedad y medio ambiente, así como derecho y finalmente sistema político y gobierno. A partir de los cuales se caracteriza la relación de cada factor con la definición de competitividad.
Realizado este proceso, el IMCO compara transversal y temporalmente la posición relativa de los 32 estados en torno a los seis subíndices que influyen en su competitividad. Asimismo, otorga una calificación de 0 a 100 para cada entidad, tanto a nivel indicador como a nivel general y por subíndice, con el fin de conocer su desempeño. Este ejercicio, permite comparar el desempeño de los diferentes estados en distintos indicadores, temas y a nivel general.
Mientras que, para agrupar los resultados obtenidos por las entidades, se generaron grupos de competitividad con base en las calificaciones globales obtenidas.
Muy alta: Entidades cuyo puntaje se encuentra por arriba del percentil 95 de la distribución del puntaje de las 32. Alta: Entidades cuyo puntaje se encuentra entre los percentiles 85 y 95 de la distribución del puntaje de las 32. Media-alta: Entidades cuyo puntaje se encuentra entre los percentiles 50 y 85 de la distribución del puntaje de las 32. Media-baja: Entidades cuyo puntaje se encuentra entre los percentiles 15 y 50 de la distribución del puntaje de las 32. Baja: Entidades cuyo puntaje se encuentra entre los percentiles 5 y 15 de la distribución del puntaje de las 32. Muy baja: Entidades cuyo puntaje se encuentra por debajo del percentil 5 de la distribución del puntaje de las 32.
Este concentrado de datos y calificaciones es la que permite observar con detenimiento el comportamiento que tuvo cada entidad dentro del Índice de Competitividad revisado. Que para el caso del Estado de México la revisión de los indicadores principales formulados por el IMCO, colocan a la entidad en la posición 23 a nivel nacional de competitividad durante 2025.
La calificación global obtenida por el EDOMEX es resultado de bajos rendimientos en los subíndices de Derecho dónde el estado se colocó en la posición 26 a nivel nacional, en Sociedad y Ambiente como el número 21, para Innovación y Economía en el sitio 14, en Infraestructura el sitio 12, en Mercado de trabajo 14 y para Sistema Político y gobierno, 23. Para nadie es un secreto que en el Estado de México las cosas no se están haciendo bien y que queda mucho por hacer para mejorar esta calificación.
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