De acuerdo con el diccionario de la lengua española, la palabra “pobreza” tiene su origen en el vocablo “pobre”, que significa “necesitado, que no tiene lo necesario para vivir”. Y es a partir de este concepto que empezamos a comprender lo que representa la pobreza, en sus diferentes niveles, para las personas que viven en esta condición.

Tomando como referencia lo que señalan las instituciones bancarias que operan en nuestro país, la pobreza va más allá de la falta de ingresos, tiene una profunda y estrecha relación con la escasez de recursos tan esenciales como la educación, la salud, así como oportunidades de desarrollo.

Y ante la complejidad que supone comprender y estudiar la pobreza, en nuestro país organismos públicos y privados, destacó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) que permitió el desarrollo de estudios que permitieron definir, identificar y medir la pobreza en México.

Una medición que se realiza cada dos años a nivel nacional y por entidad federativa, mientras que a nivel municipal se lleva a cabo cada cinco años. Destacando el hecho de que toda la información utilizada era la recabada de manera periódica por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), organismo que absorbió las tareas realizadas por el CONEVAL.

En los resultados presentados por el CONEVAL sobresale el hecho que desde 2008, México adoptó una metodología multidimensional para medir la pobreza, alineada con la Ley General de Desarrollo Social. Con lo que se logra tener un panorama más amplio sobre la situación de pobreza en el país.

Este enfoque reconoce que la pobreza no sólo se presenta cuando una persona no tiene dinero suficiente para costear la canasta básica, sino que la pobreza puede reflejarse cuando una persona no logra acceder efectivamente a derechos sociales básicos: alimentación, vivienda, servicios públicos, educación, salud y seguridad social.

La Medición Multidimensional de la Pobreza permite observar y clasificar a quienes quizás no han caído en pobreza moderada o pobreza extrema, pero se encuentran vulnerables por la prevalencia de carencias sociales. Asimismo, este enfoque permite focalizar las intervenciones a nivel estatal y municipal, así como identificar grupos específicos, tales como hablantes de lenguas indígenas, personas con discapacidad, mujeres e infancias, y monitorear los avances o retrocesos a lo largo del tiempo.

Mientras que en lo que corresponde a la medición de la pobreza extrema en el país, ésta se mide considerando la falta de acceso a recursos económicos y a derechos sociales básicos, utilizando el enfoque multidimensional. Si una persona acumula tres o más carencias sociales y su ingreso es insuficiente para costear la canasta básica sólo de alimentos se ha de clasificar como pobreza extrema.

Más aún, se considera que en México existe una situación de vulnerabilidad extrema donde las personas carecen de lo básico para vivir y tienen dificultades para cubrir sus necesidades esenciales, incluso con todos sus ingresos destinados a la alimentación

Vale la pena señalar que el Banco Mundial llevó a cabo una actualización en 2025 de las líneas mundiales de pobreza, esto tras la publicación de las nuevas paridades del poder adquisitivo (PPA) realizada por el Programa de Comparación Internacional (i) (PCI) en mayo de 2024. Con esta actualización, la nueva línea internacional de pobreza se ubica en USD 3 por persona al día, reemplazando la anterior de USD 2,15 que tenía como referencia las PPA de 2017.

Síguenos en nuestras redes sociales:

Instagram: , Facebook:  y X: 

Google News