Señalar que más de la mitad de la población ocupada, es decir aquellas personas que tiene un empleo, se encuentran dentro de la informalidad puede sonar como un dato alarmante, sin embargo, poco nos detenemos a pensar en las implicaciones que este registro tiene para la vida de las personas y para la economía de nuestro país.
Y es que recientemente se dio a conocer que la informalidad alcanzó niveles cercanos al 55.4 por ciento, con este dato estamos hablando de que alrededor de 33 millones de mexicanos y mexicanas laboran dentro de esquemas sin prestaciones, sin seguridad social y con condiciones laborales precarias.
Tan solo en la Ciudad de México se prevé que 2025 cerrará con al menos 2.2 millones de personas enroladas al mercado laboral informal, lo que significará un incremento de 360 mil trabajadores con respecto al 2024, cuando se alcanzó la cifra de 1.84 millones.
Pero ¿qué es la informalidad laboral? De acuerdo con la organización “México ¿cómo vamos?, se trata de aquella proporción de la población ocupada que son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan, así como aquellas personas ocupadas cuyo vínculo laboral no es reconocido por su fuente de trabajo.
Pese a que puede ser considerado como un dato negativo dentro de los indicadores económicos, México ¿cómo vamos? establece que puede ser aceptable que hasta un 25 por ciento de la población ocupada se ubique en este sector.
En caso de aumentar este porcentaje, a nivel macroeconómico pueden verse las primeras afectaciones tanto al patrimonio nacional como a los bolsillos de las familias mexicanas. En primer término, las autoridades pueden ver limitada su recaudación de impuestos, mientras que las y los colaboradores están sumamente expuestos a sucesos como cesantías o enfermedad sin protección social.
Más aún, las implicaciones de un empleo informal, además de carecer de seguridad social, como el acceso a los servicios de salud tan necesarios en una pandemia como la vivida durante 2020 y 2021, está asociado también a una menor percepción de ingresos, es decir, la persona tendrá una mayor probabilidad de encontrarse en situación de pobreza laboral.
Aunque existe una idea generalizada sobre la informalidad laboral que suele asociarse con el ambulantaje, el trabajo doméstico no registrado y los negocios que operan sin darse de alta ante las autoridades fiscales, un esquema de honorarios también es una forma de informalidad que muchas empresas, instituciones e incluso dependencias de gobierno utilizan para integrar a su personal.
México desde el primer semestre de 2025 registra un incremento constante en el número de personas involucradas en la informalidad laboral, un dato comparable a las cifras que se registraron durante 2023 con porcentajes de 55.1 por ciento de personas enroladas en la informalidad.
Para reducir los números que actualmente se manejan, se requiere de una estrategia integral que combine políticas gubernamentales con acciones a nivel empresarial y en coordinación con los colaboradores. Las políticas públicas deben simplificar trámites y reducir costos de formalización, fortalecer la inspección laboral, y mejorar el acceso a la seguridad social y a programas de apoyo.
Síguenos en nuestras redes sociales:
Instagram: @eluniversaledomex, Facebook: El Universal Edomex y X: @Univ_Edomex