Con cada cierre de cada año, personas inmersas en el mundo de los negocios, así como analistas, esperan las proyecciones que manejarán los principales indicadores y las economías más importantes a nivel global. Esto con el objetivo de poder tener un panorama más amplio sobre el comportamiento durante un periodo de tiempo.
Pero ¿cómo se construyen estos datos? En términos generales, las expectativas de crecimiento económico se crean analizando datos actuales como el volumen del Producto Interno Bruto, los niveles de inflación, el crecimiento o reducción del empleo, tendencias históricas y factores futuros como las políticas gubernamentales implementadas, los datos de inversión y el desarrollo de la tecnología.
Estos datos numéricos, se comparan y analizan con estadísticas relacionadas con la percepción pública para predecir los niveles de compra en el futuro sobre bienes y servicios, datos estadísticos que resultan fundamentales para la toma de decisiones de empresas y consumidores.
Es tal la importancia de estos datos que las expectativas económicas pueden influir en las decisiones de inversión, gasto y ahorro. También pueden tener un impacto significativo en el desempeño económico general.
A nivel global, el Banco Mundial es el responsable de generar las Perspectivas económicas mundiales, que durante su última edición hizo hincapié en que la economía enfrenta importantes retos derivados en gran parte del aumento de las tensiones comerciales y la mayor incertidumbre global sobre políticas. En el caso de los mercados emergentes y las economías en desarrollo, las moderadas perspectivas limitan su capacidad para impulsar la creación de empleo y reducir la pobreza extrema.
En nuestro país, la realización y la publicación de los resultados más relevantes respecto a las proyecciones económicas de nuestro país son encabezadas por el Banco de México a través de la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado que se publica de manera mensual.
Un dato por demás relevante dentro de la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado correspondiente a diciembre de 2025 es que se estima que la economía mexicana tan sólo crecerá 1.80 por ciento en promedio los próximos 10 años.
Sin importar si estamos inmersos en la economía o en el sector productivo, como sociedad debemos mantenernos informados sobre los pronósticos futuros ya que, si las expectativas son optimistas, es decir, si las personas esperan un crecimiento económico fuerte y una mayor prosperidad, es probable que aumente la inversión y el gasto. Una condición que puede estimular el crecimiento económico y crear un círculo virtuoso de mayor producción, empleo y consumo.
Mientras que, si las expectativas tienen una tendencia pesimista, es posible que las personas reduzcan su inversión y gasto, lo que puede ralentizar el crecimiento económico y llevar a una recesión o estancamiento.
Debemos tener claro que las expectativas se construyen a partir de un análisis riguroso de datos y tendencias, pero también reflejan la confianza colectiva en el futuro, influyendo directamente en las decisiones económicas actuales.
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