Kilian Jornet (España, 1987) es un atleta de élite que nació y creció en la cordillera de los Pirineos (ubicada al suroeste de Europa). Él ha redefinido el límite de la resistencia humana. Su más reciente desafío “States of Elevation” lo llevó a territorio estadounidense, donde logró ascender todas las cumbres de más de 4 mil 200 metros de altura en los estados de Colorado, California y Washington: un total de 72 cumbres, en apenas 31 días. Semejante hazaña incluyó pedalear también más de mil 200 kilómetros para recorrer los desiertos de Utah, Arizona y Nevada hasta llegar a California.
¿Por qué decimos que redefinió el límite de la resistencia humana? Porque no conforme con haber sido campeón mundial juvenil de esquí de montaña, lograr innumerables récords y dominar durante varios años las carreras de montaña más exigentes del mundo; con 29 años conquistó el Everest (8,848 metros) dos veces en una semana, sin apoyo de sherpas, cuerdas fijas y oxígeno suplementario. Un suceso hasta entonces inimaginable.
En 2023, su pasión lo llevó también a coronar las 177 cimas de más de 3 mil metros en la cordillera de los Pirineos en un lapso de 8 días; un reto muy significativo para el deportista catalán, ya que se trató del reencuentro con muchas de las cumbres y los paisajes que lo vieron crecer. En esta aventura llegó a registrar 39 horas caminando en una sola jornada y trasladándose en bicicleta para enlazar tramos entre un pico y otro.
Al año siguiente, haría lo propio en la cadena montañosa de los Alpes, la cual se extiende por Suiza, Francia, Italia, Austria y Alemania, donde alcanzó las 82 cumbres de más de 4,000 metros de altura únicamente haciendo senderismo, ciclismo y esquí. Dicho proyecto denominado “Conexiones alpinas”, le llevó 19 días en los que recorrió un total de mil 207 kilómetros.
Pero más allá de las marcas, cifras y estadísticas fuera de lo común, Kilian Jornet -a quien muchos especialistas consideran el heredero de Reinhold Messner-, representa a una nueva generación de montañistas en la que confluyen varias disciplinas: trail running, esquí y escalada.
Aunque dicha evolución convive también con el fenómeno actual de la excesiva comercialización y la creciente dependencia de la tecnología que padece el montañismo. ¿Recuerdan a Nirmal Purja? (El llamado de la montaña, 8 de agosto).
Al respecto, Kilian se ha dado tiempo para reflexionar y señalar que la cima no es un mero objetivo, sino una actitud; que de nada valen los récords si devastamos las montañas. Sus proezas se apegan al respeto y a la sustentabilidad: conquistar no es dominar, sino comprender. Para él, la pregunta no es por qué subir montañas, sino con qué sentido hacerlo.
Por eso, el llamado de la montaña debe ser claro: una cosa es inspirarse en este tipo de personajes excepcionales y otra muy distinta imitarlos. Los ascensos ligeros, rápidos y con el equipo mínimo que le caracterizan son para profesionales. El riesgo en la montaña es el mismo para todos, al igual que el privilegio de disfrutarla con responsabilidad.
Brújula.- En esta ocasión, el rumbo informativo nos traslada a San Martino di Castrozza, Italia, donde se realizará en diciembre próximo la entrega de los Piolet d’Or 2025 -el Óscar del alpinismo-, y adivinen quién es uno de los nominados: nada menos que ¡Kilian Jornet!