Mayo es el mes del Everest, la montaña más alta del planeta (8,848 metros). Por ello, dedicaremos las próximas colaboraciones a hablar específicamente de ella.Iniciaremos recordando que, hace apenas 26 años, una mexicana se convirtió en la primera latinoamericana en conquistar su cumbre. Me refiero a Elsa Ávila, una deportista excepcional, cuya trayectoria refleja fielmente la intensidad del llamado de la montaña.

Si hablamos del montañismo como deporte, quiero dejar en claro que no conozco otra disciplina más equitativa. En la montaña hombres y mujeres somos iguales. Cierto es que, en un contexto histórico, han predominado los varones, pero esa visión va quedando rezagada gracias a mujeres como Elsa Ávila o Carmen Peña, a quien recordábamos hace apenas unas semanas.

Tras lograr ocho expediciones a los Himalayas e incluso, convertirse en la mujer más joven, en ese momento, en conquistar una montaña de más de 8 mil metros de altura, el Shisha Pangma (8,047 metros) en 1987, consecuencia obvia por haber iniciado muy joven, apenas con 15 años y haberse especializado en escalada de “gran pared”, poner en la mira la cima del Everest era inevitable.

Dos años más tarde, en 1989, la cita se cumplió. Sin embargo, a escasos cien metros de pisar la cumbre más emblemática en la historia de la humanidad, un cuadro de hipoxia (falta de oxígeno en la sangre, los tejidos musculares y las células), la obliga a desistir. Elsa salvó su vida, y mantuvo su sueño intacto. Por eso, se dice que el mejor montañista es el que regresa vivo.

Tratemos de imaginar la fortaleza física y mental que se requiere para proponerse semejante reto y, al mismo tiempo, poseer la entereza, la humildad, pero sobre todo la sensatez para renunciar a su anhelado objetivo.

Esta experiencia, nos permite comprobar que, quienes suben altas montañas son plenamente conscientes de los enormes riesgos que se pueden presentar, pero siempre existe un límite: poner en peligro la vida.

Podría decirse que la lista de sus logros previos está apuntalada también por los obstáculos y prejuicios que enfrentó incluso, en el seno familiar. Pero ni siquiera afecciones médicas que ha padecido en otros momentos de su vida han detenido a esta formidable deportista, quien destacó también en competencias de alto rendimiento.

La fecha clave llegó el 5 de mayo de 1999, una década después de aquel primer intento. Elsa Ávila alcanzó la cima del Everest, convirtiéndose en la primera mujer latinoamericana en lograrlo. Desde entonces, se ha dedicado a compartir sus experiencias, las cuales dan testimonio de la pasión y la determinación con la que debemos enfrentar la vida, valorarla y nunca rendirnos.

Brújula.- El rumbo informativo apunta al municipio de Valle de Bravo, aquí en suelo mexiquense, donde fueron aseguradas casi 500 hectáreas dentro de un rancho, en el que se construían 10 presas de manera ilegal, para aprovechar los escurrimientos del Nevado de Toluca, los cuales alimentan el Sistema Cutzamala.

Cuesta trabajo creer la impunidad con la que algunos grupos económicos pueden actuar, frente al descuido de las autoridades, ya que habitantes de las comunidades vecinas y organizaciones sociales llevaban más de un año denunciando esta situación que daña y destruye nuestros ecosistemas.

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