La reactivación de las infracciones de tránsito en Coacalco, anunciada por el gobierno encabezado por el alcalde David Sánchez Isidoro, es una medida necesaria para restablecer el orden vial en un municipio donde la suspensión temporal de sanciones generó relajamiento entre los conductores. Durante seis meses, la ausencia de multas no sólo afectó la cultura vial, sino que también puso en riesgo la seguridad de peatones y automovilistas. No obstante, más allá de volver a sancionar, el Ayuntamiento debe asumir un enfoque integral que combine educación vial, campañas de concientización y supervisión efectiva. Exhortar a motociclistas a cumplir con requisitos básicos como el uso del casco o portar documentos vigentes es solo una parte del problema. La autoridad municipal debe garantizar que esta nueva etapa de aplicación de infracciones no se convierta en una fuente de abuso o recaudación arbitraria, sino en una política que fomente el respeto a la ley y la seguridad pública.
Prevención en Ecatepec
La puesta en marcha del Programa de Desazolve 2025 en Ecatepec, encabezado por la alcaldesa Azucena Cisneros, es una respuesta oportuna a uno de los problemas estructurales que cada año afectan a miles de habitantes: las inundaciones provocadas por el colapso del sistema de drenaje. La incorporación de 10 equipos vactor adicionales y maquinaria especializada representa un esfuerzo tangible para prevenir en lugar de lamentar, especialmente en las colonias donde los encharcamientos se han vuelto una constante. La limpieza de la infraestructura hidráulica debe ser vista como una prioridad permanente, no como una reacción estacional. La estrategia contra las inundaciones debe ir acompañada de una política de concientización ciudadana. La acumulación de basura que obstruye las redes de drenaje es, en buena medida, consecuencia de una cultura urbana deficiente que no ha sido corregida desde lo local. La administración de Azucena Cisneros tiene la oportunidad de transformar este programa en un modelo integral que no sólo atienda emergencias.
Cuidado con tirar basura
La decisión del alcalde Isaac Montoya Márquez de imponer la multa máxima de 3 mil 600 pesos a quienes arrojen basura en calles, ríos o barrancas en Naucalpan envía un mensaje claro: la tolerancia hacia el deterioro ambiental ha llegado a su límite. Con 60 personas detenidas en una sólo semana, la autoridad municipal busca frenar una práctica que contamina y agrava los riesgos de inundaciones durante la temporada de lluvias. La sanción es contundente, pero necesaria para restaurar el orden y la responsabilidad en el espacio público. No obstante, para que esta medida no se quede en una acción punitiva aislada, debe ir acompañada de campañas de educación ambiental, infraestructura para el manejo adecuado de residuos y vigilancia constante. Sólo así, sancionar dejará de ser un castigo y se convertirá en una herramienta de prevención eficaz.
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