La inversión de más de 100 millones de pesos en la reparación de taludes anunciada por la alcaldesa de Huixquilucan, Romina Contreras Carrasco, refleja un esfuerzo importante por mitigar riesgos en una zona históricamente vulnerable a deslaves. El desafío radica en garantizar que estos recursos respondan a diagnósticos técnicos sólidos y a una estrategia integral de protección civil que incluya participación ciudadana y seguimiento a largo plazo.
Contreras Carrasco ha apostado por visibilizar la prevención como una prioridad de su administración y los ciudadanos esperan que esta política se traduzca en resultados sostenibles. La realización de estudios en zonas de riesgo es un paso correcto. Ante las lluvias atípicas toda acción a favor de la prevención es bienvenida y el municipio gobernado por ella es uno de los más golpeados por su propia orografía.
Opiniones divididas
La implementación de los cruces peatonales inteligentes en el centro de Toluca, impulsada por el alcalde Ricardo Moreno Bastida, refleja una apuesta por modernizar la infraestructura urbana y priorizar la seguridad vial. Aunque algunos ciudadanos han reconocido los beneficios de esta tecnología, como mayor visibilidad para los peatones y orden en el tránsito, la falta de información previa y la percepción de otras necesidades más urgentes, como el bacheo y la inseguridad, han generado un debate legítimo sobre las prioridades de la administración municipal. Ricardo Moreno ha planteado que estas obras no son aisladas, sino parte de una estrategia que se extenderá hacia zonas clave como la Terminal y la zona norte. Sin embargo, para que este tipo de intervenciones urbanas sean realmente eficaces y aceptadas por la población, es fundamental que vengan acompañadas de campañas de difusión, educación vial y una visión integral de movilidad. De lo contrario, podrían percibirse más como decisiones unilaterales que como parte de un plan consensuado con la ciudadanía.
Depresión en Edomex
Bajo la titularidad de Juan Carlos González Romero, la Secretaría del Bienestar del Estado de México ha visibilizado una realidad alarmante: cerca del 20% de la población mexiquense presenta síntomas frecuentes de depresión y ansiedad, al menos uno o dos días a la semana. Más preocupante aún, un 8% vive con estos padecimientos tres o más días por semana, según cifras recientes de la dependencia. Este panorama revela que los problemas de salud mental ya no pueden considerarse temas secundarios ni aislados, sino parte central de la agenda pública. Tristeza persistente, alteraciones del sueño, irritabilidad y falta de interés en las actividades cotidianas se han vuelto síntomas comunes en amplios sectores de la población. La Secretaría del Bienestar ha comenzado a abordar el tema, pero queda claro que la atención integral a la salud mental requiere inversión, campañas sostenidas de prevención y acceso universal a servicios psicológicos, sobre todo en un estado con más de 17 millones de habitantes.
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