El presidente municipal de Tlalnepantla, Raciel Pérez Cruz, ha destapado una cloaca que ilustra el profundo deterioro institucional heredado: 215 ex servidores públicos han sido llamados a declarar por posibles actos de corrupción, 187 del Ayuntamiento y 28 del Organismo del Agua. Este número no sólo es alarmante, sino que confirma que la impunidad y el uso patrimonialista del poder fueron norma y no excepción en administraciones anteriores. La magnitud del desorden deja claro que combatir la corrupción en serio implica enfrentarse a redes enquistadas que no se desmontan con discursos. Aunque reconoció que su gestión no ha alcanzado el ritmo deseado, Raciel Pérez también ha sido honesto al señalar que los obstáculos no son menores: reordenar un gobierno colapsado por malas prácticas requiere tiempo, recursos y voluntad política. Pero si bien los rezagos son reales, lo importante es que comiencen a existir consecuencias. El verdadero desafío será que estas declaraciones no se queden en el archivo muerto y se traduzcan en sanciones ejemplares.

Raciel Pérez Cruz / Foto: Especial
Raciel Pérez Cruz / Foto: Especial

Prevención en San Mateo Atenco

Las lluvias del 2 de junio dejaron al descubierto la vulnerabilidad crónica de San Mateo Atenco, con 250 viviendas afectadas, una cifra que no puede seguir repitiéndose cada temporada. La presidenta municipal Ana Aurora Muñiz Neyra ha reconocido esta realidad y, en coordinación con el Gobierno del Estado de México, emprendió acciones hidráulicas de fondo. La apertura del canal de alivio en avenida Las Torres y la construcción del Cárcamo Atenco son pasos en la dirección correcta, pero su retraso, justificado o no, deja en evidencia que la respuesta institucional sigue llegando tarde frente a una emergencia anunciada. La alcaldesa también anticipó una nueva obra con la Secretaría del Agua, con una inversión total de hasta 35 millones de pesos, que permitiría conducir el agua pluvial al río sin necesidad de bombeo. Este tipo de infraestructura es necesaria, pero lo verdaderamente urgente es que se termine a tiempo. La ciudadanía ya no puede esperar soluciones diferidas ni promesas sujetas a piezas faltantes.

Ana Aurora Muñiz Neyra  / Foto: Especial
Ana Aurora Muñiz Neyra / Foto: Especial

Equilibrio en Toluca

El Tesorero Florencio Valladares Zambrano ha demostrado un manejo responsable y proactivo de las finanzas públicas al encabezar una estrategia financiera equilibrada que permitió al Ayuntamiento saldar adeudos laborales históricos. Bajo su dirección, se destinaron 7.5 millones de pesos para cubrir 84 finiquitos y 31 laudos correspondientes a compromisos pendientes desde 2016 hasta 2025. Este esfuerzo no sólo evidencia una disciplina presupuestal rigurosa, sino también una clara sensibilidad social: muchos de los beneficiarios son adultos mayores que, sin otro ingreso, aguardaban por este reconocimiento, fortaleciendo así el principio de justicia social que rige la administración municipal. Además, la liquidación de estos montos representa un precedente inédito en la historia de Toluca, reflejando la voluntad política y el compromiso ético del equipo encabezado por Valladares. El propio Presidente Municipal, Ricardo Moreno Bastida, resaltó que, aunque los avances han sido graduales, estos pagos “reafirman el compromiso del Gobierno municipal” y muestran una notable reducción del rezago acumulado.

Florencio Valladares Zambrano / Foto: Especial
Florencio Valladares Zambrano / Foto: Especial

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