El Buen Fin 2025 inició en el Valle de Toluca, donde las familias salieron a comparar precios y aprovechar descuentos reales, especialmente en ropa y calzado. En este contexto, el presidente de CANACO SERVYTUR Valle de Toluca, Fernando Reyes Muñoz, subrayó la importancia de consumir en negocios formales y apostar por lo local, recordando que cada compra fortalece la economía del propio territorio y sostiene a miles de pequeñas y medianas empresas que dan empleo en la región. Reyes Muñoz también llamó a ejercer un consumo responsable e informado, aprovechando herramientas como la app y el portal oficial del Buen Fin, así como el monitoreo de PROFECO. En tiempos donde la confianza del consumidor es esencial, la transparencia en los precios y la verificación de ofertas se convierten en el mejor aliado para que este fin de semana realmente beneficie tanto a las familias como a los comercios que mantienen viva la actividad económica en nuestras comunidades.
La historia de los pescadores de San Juan Zitlaltepec refleja una de las paradojas más dolorosas del Estado de México: comunidades enteras que quieren trabajar, que impulsan iniciativas propias y que aun así se topan con el abandono institucional. Sembrar 200 mil alevines para rescatar la pesca en la Laguna de Zumpango no es un gesto menor; es una apuesta comunitaria por recuperar una actividad que durante décadas sostuvo a más de mil familias. Pero frente a un embalse cubierto en más de 80% por lirio acuático, el esfuerzo se vuelve una lucha cuesta arriba. Sin apoyo real, ni recursos, ni maquinaria suficiente, la voluntad de los pescadores termina chocando con un problema ambiental que lleva años creciendo sin respuesta efectiva.
El avance en las tres estaciones pendientes del Trolebús Santa Martha–Chalco muestra, una vez más, el contraste entre la buena intención del proyecto y la ejecución que avanza a un ritmo más lento del prometido. Si bien es innegable que este corredor eléctrico ha transformado la movilidad del oriente del Valle de México —reduciendo tiempos de traslado que antes eran interminables—, también es cierto que los retrasos generan frustración entre usuarios que esperan un servicio completo, seguro y plenamente funcional. La promesa inicial de entregar las estaciones antes de concluir el año ya no se cumplirá, y esa falta de precisión afecta tanto la planeación vial como la confianza en las autoridades. Aun así, el Trolebús representa un cambio de fondo para una zona históricamente relegada en infraestructura de transporte. No solo reduce emisiones y ruido: también conecta a miles de personas con oportunidades laborales, educativas y de servicios en un trayecto más rápido y accesible. Por eso mismo, las obras pendientes deben terminarse con rigor, transparencia y sin más aplazamientos. Un proyecto que ya mostró su potencial no puede quedarse a medias por inercias burocráticas o mala planificación. Si el oriente del Valle de México merece un transporte moderno, también merece que las promesas se cumplan en tiempo y forma.