Cerca de mi casa construyen un edificio; los ruidos propios llegan hasta mis oídos: martilleo; risas; tssstsss de la soldadura; gritos; acero chocando; música a todo volumen; grúas en movimiento.
Todos los días, los trabajadores van al jardín cercano a comer y a descansar; tienen horarios muy establecidos, pero hace un par de días su dinámica cambió: no portaban su chaleco azul ni su casco amarillo, tampoco calzaban sus botas de seguridad; había un ambiente festivo: olor a carnita asada y el murmullo de cuetes flotaban en el aire. Mi primer pensamiento fue: “ah, ya terminaron la obra”, pero inmediatamente rectifiqué ese pensamiento: “es el día de la Santa Cruz”. Y bueno, es sabido por todos que el 3 de mayo también es Día del Albañil y que los trabajadores de la construcción adoptaron a la cruz como su patrona.
Hay muchas cosas que damos por hecho y a veces pasamos de largo sin preguntarnos el origen de fechas importantes o, incluso, nuestro propio inicio, así que me puse a indagar un poco sobre la relación existente entre la cruz y el 3 de mayo: la primera explicación que me encontré es del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI): en el tercer día de un mayo lejano (326 d.C.), la emperatriz Elena, madre de Constantino, durante una peregrinación a Jerusalén, cual arqueóloga de la religión, realizó excavaciones en el Monte del Gólgota y encontró, nada más y nada menos que la Cruz de Jesús. De ahí que también sea el Día del Arqueólogo.
Pero esa explicación no debería ni ser referenciada por el INPI porque el trasfondo de esta fiesta tiene más del mundo mesoamericano que el de una emperatriz que jugaba a la arqueóloga. Incluso, busqué si en el resto del mundo también conmemoraban a esta emperatriz, pero me encontré con que, es más importante el Día de la Libertad de Prensa… obviamente
Si el día de la Cruz posee cimientos mencionados, ¿cuál son? Y para contestar, me conecté con el cuadro de costumbres de Ignacio Manuel Altamirano: “Semana Santa en mi pueblo”.
La primera vez que leí este texto de IMA, me prometí visitar Tixtla, Guerrero el siguiente mayo o para la fiesta de la Virgen de la Natividad, que también describe el autor en estas líneas decimonónicas.
En realidad, solo una vez he estado cerca de lograr mi cometido, así que mejor recurrí a la estrategia confiable: la búsqueda en internet. Para mi sorpresa, las festividades descritas en el siglo XIX continúan practicándose en Tixtla: La Danza de los Tlacololeros (agricultores) y la Danza de los Cotlatlatzin (hombres del viento), ambas datan de la época mesoamericana.
Las festividades de Tixtla podrían parecer sin sentido. Los tlacololeros bailan al ritmo del tambor y la flauta, con grandes sombreros de paja adornados de flores y máscaras de hombres viejos.
Uno de los personajes trae un látigo. Esta danza, en Acatlán, Guerrero, tan solo es una parte de un ritual más grande y que involucra al pueblo en la petición de lluvia.
Alrededor del 3 mayo suben a las montañas cercanas a dejar ofrendas al pie de una cruz, personas disfrazadas de jaguares comienzan a pelear hasta sangrar, siendo los tlacololeros quienes median en la disputa. La sangre es el sacrificio que hacen los habitantes a la tierra para que no falte lluvia. Todo este aparente caos se ve interrumpido por un grupo de hombres enmascarados que gritacanta mientras corre y se apodera de la escena, [ojalá pudieran escuchar esos gritos que nos transportan a tiempos remotos], son los Cotlatlatzin, los hombres de viento que vienen a pedir la lluvia, que traen las nubes cargadas de agua.
El ritual continúa tal cual lo describe Ignacio Manuel Altamirano: “Los indios contemplan esta danza con un respeto religioso que no se cuidan de disimular y admiran la destreza singular con que uno de los juglares que acompañan a los sacerdotes juega con los pies tendido boca arriba sobre una manta, con un trozo de madera, de forma cilíndrica, lleno de jeroglíficos y que se llama quautatlaxqui”. Y sí, nos falta hablar un poco sobre la cruz y las montañas, pero eso se los cuento la próxima semana.
Síguenos en nuestras redes sociales:
Instagram: @eluniversaledomex, Facebook: El Universal Edomex y X: @Univ_Edomex