El primer semestre del 2025 ha avanzado vertiginosamente. Ante sucesos que se desarrollan de manera incesante, nuestra reflexión cotidiana queda en ocasiones rebasada por la coyuntura de lo inmediato. Al llegar a la mitad de este año, planteo tres temáticas en el marco internacional, nacional y local que pareciera sucedieron hace mucho tiempo, pero que llevan menos de seis meses de haber sucedido.
I. El nuevo tablero internacional. La llegada del presidente Trump ha significado un reacomodo global como no se había percibido, al menos, desde el fin de la guerra fría. La imposición de aranceles, la guerra comercial y el replanteamiento de la política migratoria, pone a la comunidad internacional en una nueva lógica de interacción.
Frente a ello, la estrategia mexicana ha avanzado dentro de la tormenta, quizá no con los resultados esperados, pero manteniendo el barco a flote. Si en las próximas semanas se concreta el acuerdo especial sobre acero de México con Estados Unidos, el gobierno de nuestro país habrá podido sortear con mediano éxito esta primera fase de la negociación comercial.
Mientras tanto, el tema migratorio parece iniciar un nuevo nivel de tensión, a la luz de lo acontecido en Los Ángeles. Habrá que esperar el avance de esta política, así como los efectos de los impuestos adicionales planteados a las remesas para medir su impacto real.
II. La nueva integración del Poder Judicial. A nivel nacional, este primer semestre ha sido marcado por el proceso de renovación de este poder. Desde la inscripción, pasando por la selección de los comités, así como las campañas y los resultados de la votación, estos últimos meses han corrido ríos de tinta al respecto.
Hoy estamos por que se formalicen quiénes serán las personas que tendrán bajo su responsabilidad atender las expectativas generadas en torno a esta elección. La expectativa para el segundo semestre del año está en la operación del Poder Judicial bajo el nuevo andamiaje institucional, será bajo un solo indicador: revertir el sentimiento de falta de justicia y de impunidad que permea en el país.
III. El largo y sinuoso camino universitario. En la lógica del Estado de México, esta primera mitad del año ha girado en torno a lo acontecido en la UAEMéx. Una institución en pos de su bicentenario, que crujió ante la exigencia de demandas poco visibilizadas durante los últimos años.
Desde inicios del año se comentaba sobre las posibles personas a participar en el proceso, vino después los procesos de inscripción y los consecuentes registros, así como las campañas y el paro estudiantil. Resulta muy sorprendente que, incluso, procesos internacionales avanzan, el proceso electivo judicial también ya ha encontrado salida, pero en contraparte, la Universidad sigue buscando salidas a esta situación.
Esta semana comenzaron a visibilizarse rutas de solución, que llevarían a la conclusión del proceso y la posterior elección de la primera rectora en la Máxima Casa de Estudios mexiquense.
A la luz de lo acontecido en este semestre, en nuestra lógica local sería muy beneficioso contar con certezas, rumbo y atención institucional a las demandas estudiantiles. Volcar la labor universitaria a la formación estudiantil, la generación de conocimiento, la incidencia social y la difusión de la cultura. Ojalá que esa ruta se consolide y lleguemos a la segunda mitad del año con una perspectiva altamente positiva.
Bernardo J. Almaraz C.
@BAlmarazC
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