Desde el pasado 17 de julio, la Máxima Casa de Estudios mexiquense ha entrado en una nueva dinámica institucional. La llegada de su primera rectora marca no sólo un nuevo tipo de liderazgo, sino la oportunidad de replantear esquemas de colaboración e interacción al interior de la Universidad.

En este sentido, a inicios del siglo XXI, en Gobernanza y gestión Pública (Aguilar, 2006) se planteaba la importancia de replantear esquemas que permitieran la reorganización gubernamental para afrontar las crisis que se habían surgido por la incapacidad de responder a las demandas sociales de mejores condiciones de vida o poder hacer exigibles los derechos plasmados en las normativas e instrumentos jurídicos.

Frente a este reto, se han desarrollado importantes estudios académicos para plantear y proponer nuevos esquemas de interacción social que permitan afrontar las innumerables crisis que, como sociedad, debemos resolver.

En este sentido, la gobernanza surge como un esfuerzo para mejorar la capacidad de gobernar, bajo una perspectiva en la que quienes gobiernan deben relacionarse con sus ciudadanos para hacerlos partícipes de las decisiones colectivas. Esto rompe con la idea tradicional de un gobierno que decide y una comunidad que solamente aplica dichas determinaciones. Planteo tres elementos de esta teoría que podrían resultar de utilidad para la nueva época de la autónoma mexiquense.

I. La gobernanza asume que la toma de decisiones colectivas es compleja. En la actualidad hay una mayor participación e influencia de actores sociales, la toma de decisiones no es sólo para las estructuras administrativas. De esta manera, sociedad civil, centros de investigación, colectivos y grupos de opinión exigen ser partícipes en el proceso decisorio que es intrínseco a la política pública.

II. La gobernanza requiere procesos de diálogo y adaptación conjunta. En esta perspectiva parte de la idea en la que se asume la convivencia de distintos grupos, todos de relevancia para la comunidad. Apunta a un proceso decisorio basado en la horizontalidad, la interacción y los acuerdos asociativos.

III. La gobernanza es una continua negociación y diálogo. Las decisiones se toman y se establecen esquemas de participación no sólo en la decisión, sino también en el diseño, implementación y evaluación de una acción de política pública. Quienes gobiernan deben asumir que la participación colectiva es sólo momentánea o para puntos específicos de los procesos de política pública.

En este marco, la UAEMéx enfrenta hoy una enorme oportunidad para replantear esquemas de participación e involucramiento de su comunidad universitaria. La llegada de la primera rectora no es sólo un hecho simbólico, es la oportunidad de transformar la colectividad, sus determinaciones y la elección a futuro.

@BAlmarazC

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