Este famoso slogan “Amor es amor” que se escucha y se dice en todas partes como un símbolo de lucha por la igualdad de derechos de la comunidad LGBTTIQ+ (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, transexuales, travestis, intersexuales, queer y otras identidades no incluidas en los géneros binarios, "+" indica la inclusión de otras identidades y orientaciones sexuales diversas), personas identificadas así para evitar la discriminación como obstáculo en su desarrollo como individuos.
Este lema no solo representa el respeto entre las personas del mismo sexo, sino también al reconocimiento social.
En este mes del “orgullo gay”, en dónde el 28 de junio se da la celebración del Día Internacional del Orgullo LGBTTIQ+, se realizan acciones que permitan hacer conciencia en la sociedad, gritando que las lesbianas, los gays, las personas bisexuales y transexuales, merecen respeto, por el simple hecho de ser personas como tú y como yo y que pueden estar inmersos en la sociedad sin necesidad de sentirse avergonzados de quienes son, buscando garantizar la dignificación de las personas sin importar su orientación sexual.
El mundo ha avanzado considerablemente en estos actos de brutal discriminación, tan es así que, en 1990 la Organización Mundial de la Salud (OMS) resolvió eliminar a la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales y la aceptó como una variación de la sexualidad humana.
No obstante, en México durante muchos años, la homosexualidad fue un tema que representaba un gran tabú (hoy en menor medida), aunque si bien no era considero un delito, eran discriminados bajo el rubro “maricones” palabra usada tanto por la policía, como por la prensa amarillista, incluso eranconcebidas como personas que les gustaba hacer “disfiguros”; evidentemente esos pensamientos estaban fundados en el machismo que se vivía en nuestro país, lo que llevaba a que permeara la homofobia, sin embargo, a partir de los años 80´s, los países más avanzados empezaron a tomar conciencia de la importancia de la erradicación de la homofobia, ya que este comportamiento generó cientos de crímenes de odio, los cuales aumentaron durante la pandemia de Covid -19, pues no solo vulneró a las mujeres, sino también a la comunidad LGBTTIQ+, sin embargo, a pesar de que han disminuido en nuestro país, durante el año 2024, según datos del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra Personas LGBT de la Fundación Arcoiris hubo un total de 97 casos de asesinatos de hombres y mujeres que decían tener preferencias sexuales diferentes a las heterosexuales.
Por lo que si bien, este mes es de reflexión y conciencia, creo que debería de ser adoptado como un modo de vida y convivencia social, las personas que integran a la comunidad LGBTTIQ+, son seres humanos con sentimientos, valores, derechos y obligaciones como cualquier otra persona y no solo eso, son personas que han desarrollado a lo largo de su vida, un sistema de lucha constante y logran grandes metas, son profesionistas, son empresarios, padres y madres de familia, han logrado que sean aceptados dentro de la sociedad como personas aptas para adoptar niños, han logrado conquistar las leyes para que se les garanticen sus derechos. Es así comola Ley de Sociedad de Convivencia de la CDMX, antes DF, entró en vigor el 17 de marzo de 2007, dando certeza jurídica a las relaciones entre personas del mismo sexo, en donde se estableció el derecho a heredar (la sucesión legítima testamentaria), a la subrogación del arrendamiento, a recibir alimentos en caso de necesidad y a la tutela legítima; posteriormente, en diciembre de 2009, se reformaron diversas disposiciones del Código Civil para la CDMX y del Código de Procedimientos Civiles de la CDMX para aprobar la celebración de los matrimonios homosexuales.
En este sentido, este mes del orgullo gay, es un llamado a la sociedad en general y a todas las autoridades a respetar y garantizar los derechos humanos de las personas integrantes de la comunidad LGBTIQ+, pues ellos, al igual que las personas heterosexuales son personas que experimentan, expresan y viven su sexualidad como ellos lo desean, pero de forma libre y sana, pues tienen derecho a ser respetadas y valoradas por quienes son, sin importar su orientación sexual, identidad o expresión de género, haciendo así que una sociedad incluyente y tolerante hacia la diversidad sexual y hacia las diferentes estructuras familiares que conviven en la realidad social actual.
Como lo decía la filósofa, profesora y escritora francesa Simone de Beauvoir: “Lo ideal sería ser capaz de amar a una mujer o a un hombre, a cualquier ser humano, sin sentir miedo, inhibición u obligación.”
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