Ocoyoacac, Méx. Con el objetivo de impulsar la atención de una agenda metropolitana en materia de medio ambiente, los gobiernos de la Ciudad de México y del Estado de México firmaron un convenio interestatal para la donación de más de 450 mil plantas nativas, como parte del programa “Bosques por Siempre”.
El objetivo de esta estrategia es restaurar áreas del corredor ecológico del Bosque de Agua mediante su reforestación integral, con un volumen adecuado de árboles. A través de una agenda de trabajo con las especies correctas, se busca garantizar la disponibilidad de agua en términos ecológicos.
Al encabezar el acto, la secretaria del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible del Estado de México, Alhely Rubio Arronis, informó que el convenio contempla no sólo la entrega de plantas provenientes del vivero de San Luis Tlaxialtemalco, en Xochimilco, sino también la transferencia de semillas endémicas, el trabajo conjunto en el combate a incendios y el monitoreo de reforestaciones en territorio mexiquense.
“Hoy estamos firmando un convenio que va a garantizar árboles de calidad, de buen tamaño, adecuados para cada sitio y capaces de resistir el cambio de temperatura. El futuro de nuestra metrópoli depende de estos bosques”, expresó.
Alhely Rubio Arronis, secretaria del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible del Estado de México.
Por su parte, Humberto Adán Peña Fuentes, director general de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr) de la Ciudad de México, destacó la urgencia de reforzar el trabajo conjunto entre estados vecinos ante los efectos del cambio climático, la tala ilegal y el crecimiento urbano descontrolado.
“Vamos a ver que esos árboles están creciendo. Esta colaboración no es solo una entrega: es una herencia que debemos garantizar con vigilancia y compromiso”, subrayó.
A su vez, Yadira Maribel Villela Esquivel, presidenta del Comisariado de Bienes Comunales de San Pedro Atlapulco, en el municipio de Ocoyoacac, resaltó la importancia de los bosques que rodean la Ciudad de México y que sirven como frontera natural con los municipios mexiquenses. Hoy, esta área es reconocida como sujeto de derecho público.
“Nuestro bosque sagrado capta 50 mil toneladas de carbono al año y es el origen del río Lerma. Su defensa es cultural, histórica y vital. Por eso, agradecemos que hoy se reconozca nuestro esfuerzo y se fortalezca esta alianza.”
Como parte del compromiso adquirido, se espera plantar este año 385 mil árboles y arbustos, continuar con acciones de saneamiento y control de plagas, además de crear terrazas de infiltración que permitan captar millones de litros de agua de lluvia.
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La meta compartida es detener el deterioro ambiental de las cuencas del Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl, el Nevado de Toluca y el Bosque de Agua, zonas críticas por su aporte hídrico a la zona metropolitana.
La jornada concluyó con una reforestación simbólica en los alrededores de San Pedro Atlapulco, en el municipio de Ocoyoacac.
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