Toluca, Méx. — “Mi bebé se encuentra hospitalizado, cumple un mes, y aquí, dentro del Hospital Materno Infantil, nos dan la facilidad de ocupar la instalación para extraernos la leche, que a su vez es con la que alimentan a nuestros bebés y otros”, así lo dijo Minerva, una de las donadoras que acuden al Banco de Leche Humana del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM), ya que, paralelamente, visitan a sus recién nacidos internados en el área de neonatología de cuidados intensivos o intermedios.
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Minerva, originaria de Atlacomulco, recalcó que la donación no sólo beneficia a los menores, sino también a las madres, al disminuir los sangrados posteriores al parto. Por ello, hizo un llamado a las mujeres en periodo de lactancia a confiar en los bancos de leche y convertirse en donadoras.
La mayoría de las veces no nos acercamos porque desconocemos el tema o por la desconfianza que existe respecto a qué tan seguro es que alimenten a nuestros bebés con leche de otras mamás. Aquí, en el área de lactancia materna, te llevan de la mano desde el inicio, te imparten pláticas, te revisan y te practican exámenes para saber si puedes ser donante o no
agregó Minerva
Para Luisa, proveniente de Ixtapaluca, la donación es un acto de solidaridad con otras mujeres que no pueden alimentar directamente a sus hijos.
Es importante la donación, primero para promover la lactancia materna; segundo, porque hay mamás como yo que no producimos tanta leche; y tercero, en apoyo a todas las que no pueden por cuestiones de trabajo
indicó Luisa
El Banco de Leche Humana del ISSEMyM es el más grande y mejor equipado de la entidad, y el segundo con mayor producción. En el último bimestre, recibieron entre 120 y 150 litros de leche donada, además de entre 160 y 180 litros de leche homóloga, extraída directamente de la madre para alimentar a su recién nacido hospitalizado.
Hace cinco años, un 40 o 50 por ciento de los pacientes hospitalizados recibían leche humana pasteurizada; actualmente, es el 90 por ciento el que recibe leche durante su estancia hospitalaria”, comentó Moisés Albarrán González
comentó Moisés Albarrán González, encargado del Banco de Leche
En entrevista para EL UNIVERSAL Estado de México, explicó que el Banco de Leche es un servicio especializado que tiene como objetivo:
Esta leche es para alimentar a los recién nacidos hospitalizados en las áreas de neonatología de cuidados intensivos o intermedios, cuyas madres, por razones médicas posteriores al parto, no pueden amamantarlos.
Con su operatividad, indicó que también se busca promover la importancia de la lactancia materna, ya que genera beneficios tanto para la madre como para el bebé.
Para la madre, dijo, es un antiinflamatorio natural; además, fortalece el vínculo con su hijo. En cuanto a los bebés, les ayuda a reducir infecciones como neumonía, resfriados, infecciones de oído y gastrointestinales.
La leche humana está compuesta por inmunoglobulinas (anticuerpos), que ayudan a prevenir enfermedades durante los primeros 100 días de vida. Aporta líquidos, proteínas, hidratos de carbono; es un alimento totalmente completo e ideal para el recién nacido, que no puede ser producido por ningún laboratorio
señaló Moisés Albarrán.
El proceso de donación de leche materna es un trabajo extenuante y en cascada, ya que consta de diferentes fases de tratamiento para garantizar que la leche sea pasteurizada y cumpla al 100 por ciento con la calidad necesaria que requiere el recién nacido.
Moisés Albarrán explicó que, actualmente, son 350 mamás las que aportan leche al banco, con un promedio mensual de 50 donadoras. Tras una capacitación previa, inician el proceso de extracción desde su domicilio, para después almacenarla temporalmente y ser recolectada de manera periódica.
Al considerar la leche humana como un líquido vital o fluido vivo, señaló que los criterios de inclusión de una donadora son estrictos. Aunque la invitación está abierta a todas las mujeres en periodo de lactancia, para ser seleccionadas deben aprobar una serie de análisis médicos que descarten la presencia de VIH, sífilis, hepatitis B y hepatitis C. También se realiza un análisis de calidad de la leche.
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Lo importante también es que la mamá no haya recibido transfusiones sanguíneas en los últimos cinco años, que no se haya hecho tatuajes o perforaciones en los últimos dos años, que no tenga antecedentes de tratamientos hormonales o de fertilidad in vitro, y que no consuma drogas, alcohol, estupefacientes o café. Si consume medicamentos, analizamos cuáles son y, con base en ello, aceptamos o descartamos a las mamás
detalló Albarrán
A la par, indicó que una vez que la leche llega al servicio, pasa por un tratamiento de 72 horas, se realiza la selección, limpieza y verificación para asegurarse de que cumpla con todas las características, que no tenga contaminantes físicos, que el aroma esté dentro de los criterios establecidos, que el color sea aceptable y que el tiempo de vida sea adecuado. Posteriormente, se inicia la pasteurización, y una vez concluido este proceso, la leche tiene una vida útil de hasta seis meses.
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