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Temoaya, Méx. En una crucial jornada por el Día Mundial del Medio Ambiente, voluntarios de la Cruz Roja Mexicana, delegación Estado de México, se sumaron a la Protectora de Bosques del Estado de México (Probosque) en una significativa iniciativa de Restauración Hidrológico-Forestal de Cuencas. La acción se llevó a cabo en el paraje La Cañada, municipio de Temoaya.
Alejandro Santiago Sánchez Vélez, director general de Probosque, subrayó la urgencia de estas labores al recordar que el Estado de México cuenta con aproximadamente 50 mil hectáreas de zonas forestales degradadas, afectadas por la deforestación, incendios forestales y la erosión. La recuperación de estos suelos es fundamental para la salud ambiental de la entidad.
Un total de 60 voluntarios provenientes de diversas delegaciones de la Cruz Roja, incluyendo la Ciudad de México, Atizapán de Zaragoza, Ecatepec, Tlalnepantla, Lerma, Toluca, Huixquilucan, Naucalpan, Nicolás Romero y Valle de Bravo participaron activamente. Estos voluntarios, que representan a Coordinaciones como Socorros, Capacitación y Juventud, recibieron primero una capacitación en campo. Bajo la dirección de Sergio Cuevas Solórzano, jefe del Departamento de Apoyo a las Plantaciones Comerciales de Probosque, aprendieron y pusieron en práctica más de 30 técnicas de restauración de suelos.
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Productores forestales impulsan la recuperación del suelo
Bajo el liderazgo de Mateo Quintero Galván, subcoordinador estatal de Socorros de la Cruz Roja Mexicana delegación Estado de México, los voluntarios realizaron la importante labor de cavar cepas y plantar agaves. Estas plantas son vitales por su capacidad para fijar la humedad en el suelo y restituir su riqueza, elementos esenciales para reactivar los ciclos productivos del bosque. Además de los agaves, se implementaron otras técnicas innovadoras, como la construcción de presas de piedra acomodada y de llantas, la estabilización de taludes, la creación de cercas vivas y la protección de riberas de arroyos.
La jornada también contó con la participación de productores forestales de Temoaya, Jiquipilco, Jilotepec, Amanalco e Ixtlahuaca. Estos productores jugarán un rol crucial como monitores, encargados de capacitar a otros grupos de ejidatarios, comuneros y propietarios rurales, con el fin de extender el beneficio de estas acciones a más regiones del Estado de México.
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Esta valiosa iniciativa es fruto de un convenio de colaboración entre Cruz Roja Mexicana y Probosque. A través de esta alianza, la Cruz Roja reafirma su compromiso con la promoción de la vida, la seguridad de las personas, la protección de las riquezas naturales y los valores medioambientales, trabajando para mitigar las amenazas que contribuyen a la desigualdad social y la pobreza extrema.
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